Literatura y pensamiento

Un hogar para los lectores

César Antonio Molina

Director de Casa del Lector. Ex-Ministro de Cultura. Escritor

Casa del Lector se concibe como un espacio cultural donde todo lo que suceda estará dirigido al sujeto lector, que será el núcleo en torno al que se desarrolle todo el proyecto y no la lectura, en términos genéricos, ni el soporte, como acontece  hasta ahora en la gran mayoría de las instituciones públicas y privadas.

 Se trata de un proyecto de democracia cultural en el que el centro es la persona, el individuo. El lector se convierte en el centro de toda la creación, de toda la actividad. Se trata de realizar un viaje conceptual hacia el individuo.

 

El lector para nosotros se convierte en un ideal. Un ideal en el que el sujeto se bifurca en: sujeto=lector y sujeto=elector. Creemos en un sujeto que tiene capacidad para decidir y le intentaremos dotar de esas capacidades lectoras.

 

El gran José Saramago acertaba cuando afirmaba que una de las tantas carencias de la sociedad actual es la pobreza de la conciencia crítica de los ciudadanos. Tener conciencia crítica es asumir la responsabilidad de analizar los hechos que nos rodean, que nos afectan como individuos, compartiéndolos con nuestro entorno, desmenuzarlos y sacar conclusiones constructivas. 

 

El objetivo de  Casa del Lector debe ser fundamental para desenmascarar estereotipos generando una mirada crítica. La lectura tiene que ser necesariamente crítica y tiene que aportar a quienes la adquieran las herramientas necesarias para alcanzar esa responsabilidad. 

 

La conciencia crítica no es sólo importante porque nos otorgue la capacidad de mejorar sino porque también nos hace dejar de ser pasivos, acríticos. La persona crítica se dedica a observar, a leer, a leer lo social y a sacar conclusiones.      

 

La lectura significa transmitir conocimiento. Conocer la realidad en su totalidad, configurarla como materia de pensamiento. El pensamiento crítico se propone analizar la estructura de los razonamientos, particularmente opiniones o afirmaciones que aceptamos como verídicos en el contexto de la vida cotidiana. 

 

La lectura tiene que partir de una conciencia crítica del lenguaje, pasa por el análisis de los valores que éste proyecta y su influencia sobre nuestras vidas y debe orientarse a una participación responsable.

 

El concepto del lector crítico se basa en valores intelectuales que tratan de ir más allá de las impresiones superficiales. Aunque emplea la lógica, intenta superar el aspecto formal de ésta para entender y evaluar los argumentos en su contexto y dotar de herramientas intelectuales para distinguir lo superficial de lo verdadero. Y en eso se centrará la programación de Casa del Lector.

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