Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

Mapa de Músicas

Memorias de la Catedral de Jaén

  • La OBS publica un nuevo volumen del Proyecto Atalaya, dedicado a Juan M. de la Puente

De La Puente. María Espada, Marta Infante, Jesús García Aréjula. Coro Vandalia. Orquesta Barroca de Sevilla. Enrico Onofri. OBS Prometeo (Diverdi)

El de Juan Manuel de la Puente es un caso habitual en la música española de las últimas décadas. El caso de un olvidado compositor barroco cuya obra conoce un renacer efímero merced al empeño personal de algún musicólogo y a la contribución de alguna institución vinculada a su lugar de nacimiento o de trabajo. Presentada su música en concierto -y si hay suerte en disco-, las ediciones engrosan los archivos oficiales y la música pasa de nuevo al olvido. De los maestros de capilla y autores de música teatral del siglo XVIII recuperados en las últimas décadas, acaso sólo José de Nebra ha suscitado el suficiente interés general como para considerar que es hoy un músico de repertorio, aunque secundario.

Y sin embargo, en muchos casos, esos trabajos de desescombro han sacado a la luz música excelente, que, cuando se ha cruzado con intérpretes de primer nivel, ha propiciado conciertos y grabaciones absolutamente memorables. De la Puente se ha beneficiado de ello, como antes Iribarren o Rabassa, otros dos maestros de capilla cuya obra merecería una más constante presencia pública y que en los últimos años, y gracias al Proyecto Atalaya, creado e impulsado conjuntamente por la Junta de Andalucía y las universidades andaluzas, la Orquesta Barroca de Sevilla ha desempolvado, ofrecido en concierto y registrado en disco.

Juan Manuel de la Puente nació en Tomellosa (Guadalajara) en 1692, se convirtió en maestro de capilla de la Catedral de Jaén en 1711 y mantuvo el puesto hasta su muerte en 1753. Los trabajos de Pedro Jiménez Cavallé sobre la sede jiennense han permitido recuperar casi 300 obras suyas, lamentablemente todas de su primer período creativo (hasta 1735), lo que impide conocer la evolución última de su trabajo. La mayor parte de ellas son piezas paralitúrgicas (villancicos, tonadas y cantatas sacras y profanas), pues de su producción litúrgica sólo han sobrevivido siete obras. El disco que publica ahora el sello de la OBS recoge una selección de dos producciones distintas con su música presentadas entre 2011 y 2012. Por un lado, las grandes obras policorales, que incluyen un impresionante Miserere a 18 voces en siete coros y el villancico A dónde, niña hermosa, para diez voces en tres coros. Por otro, piezas camerísticas para voz sola con acompañamiento de violines (y el preceptivo bajo continuo, por supuesto) que incluye una tonada y dos cantatas.

Ambos proyectos los dirige el violinista italiano Enrico Onofri, quien además toca las partes a solo de las piezas camerísticas con una limpieza de línea, una brillantez ornamental y una profundidad expresiva que hace de momentos como el aria patética de la cantata Del risco se despeña la fuentecilla hermosa uno de los más intensamente emotivos y hermosos que se hayan registrado en nuestro país en años, pues al elegante e incisivo violín de Onofri y al magnífico continuo de los barrocos hispalenses se suma la voz sensual, bellísima y delicada de la soprano María Espada.

La música de De la Puente nace de un fértil mestizaje entre la tradición autóctona y las corrientes modernas llegadas de Italia, que integra en su música de manera siempre original, tanto en las obras para voz sola, en las que los violines asumen un protagonismo típicamente italiano, como en las policorales, en las que participa Vandalia (el tristemente arrumbado Coro Barroco de Andalucía con otro nombre) y un par más de solistas (Marta Infante, Jesús García Aréjula). Onofri sabe explotar en estas obras su naturaleza solemne y fastuosa, su majestuosidad y su impacto expresivo, pero permitiendo la respiración, el fluido de las líneas y la claridad de los planos sonoros. Me gustaría terminar diciendo que Juan Manuel de la Puente ha llegado para quedarse, pero me temo que su destino sea el mismo de tantos maestros de interés cuya memoria ha vuelto a la nada de la que salieron hace apenas unos años.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios