Jazz

Los años oscuros

  • Se publican por primera vez en CD dos álbumes de Ornette Coleman grabados en directo de los 60

Ornette Coleman (sin gafas), a la cabeza su cuarteto durante la sesión de fotos para la portada de 'This Is Our Music'.

Ornette Coleman (sin gafas), a la cabeza su cuarteto durante la sesión de fotos para la portada de 'This Is Our Music'.

Aunque la rica historia del jazz está plagada de grandes músicos, cuyas aportaciones han contribuido holgadamente a la imparable evolución de sus formas, pocos, muy pocos, pueden ser considerados legítimos transformadores de su gramática y estructuras: Louis Armstrong, Charlie Parker, Duke Ellington, John Coltrane o Miles Davis integran una corta cadena de revolucionarios cuyo último gran eslabón se llamó Ornette Coleman (1930-2015). Su controvertida propuesta escandalizó a la ortodoxia a finales de los años 50 del pasado siglo, enarbolando un discurso librepensador en el que quedaban reflejadas las fracturas sociales, raciales y políticas que sacudían por entonces a la sociedad estadounidense. Disonancia y libre improvisación fueron las armas mediante las cuales se canalizó una sediciosa expresividad que gran parte del público, los críticos e incluso algunos colegas de amplias miras como el mismísimo Miles Davis no miraron con buenos ojos.

Sus mandamientos quedaron entonces grabados a fuego en obras capitales como The Shape Of Jazz To Come, (1959), Change Of The Century (1960), el manifiesto Free Jazz (1961) o sus dos fabulosos directos en At the Golden Circle, Stockholm (1965), antes de que Ornette entrara en una fase oscura, de relativa deliberación, entre 1968 y 1972, durante la que incluso se llegó a plantear abandonar la música. Durante este inseguro cambio de década, el músico de Forth Worth, Texas, focalizó su energía en el formato de directo, publicando algunos álbumes que la industria ha mantenido hasta ahora alejados de los aficionados al CD. Es el caso de Ornette At 12 (1969) y Crisis (1972), registrados ambos en directo en agosto de 1968 en Berkeley, Universidad de California, y marzo de 1969 en la Universidad de Nueva York respectivamente, y publicados en su momento por el reputado sello Impulse!.

El primero de ellos presenta al cuarteto con su hijo Denardo de sólo 12 años a la batería, después de que el chico debutara dos años antes en The Empty Foxhole (1966). Otro reto que Ornette defendía indicando en las notas del álbum que "no existe ninguna forma musical que obligue a un músico a tocar mal", lo que implicaba una rotunda reivindicación de las grafías libres que él expandía a pujantes timbres como la trompeta o el violín en el bullicioso Bells and Chimes. El tenor de Dewey Redman y el contrabajo del fiel Charlie Haden secundaban al líder a lo largo de un trabajo intenso y ágil, basado en una comunicación en el marco de la cual los músicos gozaban de libertad absoluta, y no exento de lirismo como ponía de manifiesto su composición New York.

Por su parte, Crisis presentaba desde su portada -con la Carta de Derechos de los Estados Unidos en llamas- una directa relación con la revuelta social de aquellos años. Su contenido no se distanciaba tampoco de ese clima de tensión y turbulencia, dominado por la improvisación colectiva y el protagonismo compartido. La aportación de un Don Cherry desbrozando deshabitadas rutas en la enredadora Trouble in the East y la reivindicativa exposición de Song for Ché de Haden (única composición no firmada por Coleman de ambos discos, grabada sólo un mes después para el disco del contrabajista con la Liberation Music Orchestra) remataban un trabajo que abriría puertas a otros pasos cruciales del coloso como Science Friction (1971) o Skies of America (1972), en cuya contraportada expondría su rupturista Teoría Armolódica. Impagables huellas de una músico genial e intrépido que no detendría su progreso hasta su muerte. Medio siglo después, su música sigue sonando sobrecogedora como pocas.

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