Cinco soldados estadounidenses murieron ayer en un atentado suicida cuando patrullaban a pie un barrio suní de Bagdad, anunció el mando estadounidense en Iraq. "Otros tres soldados y un intérprete iraquí fueron heridos", agregó un portavoz militar.

El kamikaze hizo estallar su carga explosiva tras acercarse a la patrulla de los soldados en el barrio de Mansur, en el oeste de la capital, indicó a AFP el general Qassem Ata, portavoz del Ejército iraquí, que no quiso dar un balance definitivo de víctimas.

"Un convoy de vehículos norteamericanos se detuvo y varios militares bajaron para patrullar a pie a lo largo de la avenida Mansur", indicó a AFP un policía de tránsito apostado en una encrucijada, a unos 100 metros del lugar del atentado.

La zona fue acordonada inmediatamente por las fuerzas norteamericanas e iraquíes en un perímetro de varios cientos de metros y se prohibió el acceso, mientras dos helicópteros Apache sobrevolaban el lugar, donde ya se encontraban unos diez vehículos blindados estadounidenses e iraquíes.

El atentado se produce poco después de que un general norteamericano advirtiera que la organización terrorista Al Qaeda podría intentar cambiar sus tácticas en Iraq reanudando la organización de atentados espectaculares.

"Tenemos indicios de que podrían planificar un acontecimiento a gran escala susceptible de atraer la atención de los medios", afirmó durante una teleconferencia el general John Kelly. Según el general, Al Qaeda podría elegir golpear en la provincia de Al Anbar, un ex feudo de la red islamista radical.