El abogado general del Estado brasileño, José Eduardo Cardozo, denunció ayer ante la Corte Suprema lo que calificó como "vicios que hieren de muerte" el proceso que puede llevar a la destitución de la presidenta del país, Dilma Rousseff. La demanda ante el Supremo se presenta en vísperas de que la Cámara de Diputados inicie una serie de tres sesiones, que acabarán el domingo, para decidir si el proceso pasa al Senado, que tendrá la última palabra en relación a la eventual apertura de un juicio político a la gobernante.

Según Cardozo, la demanda presentada ayer no contesta "el mérito de la acusación", a pesar de que el Gobierno lo niega, sino que se restringe a lo que calificó de "vicios procesales".