El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, pasó "una buena noche" tras haber superado satisfactoriamente la operación del corazón a la que fue sometido a últimas horas del viernes, según comunicó el Palacio de Buckingham en Londres.
Miembros de la realeza británica pretendían visitar al marido de la reina a lo largo del día, aunque no está claro si Felipe abandonará a tiempo el hospital para celebrar la Navidad con el resto de la familia Windsor en la finca de Sandringham, donde suele celebrar las fiestas.
Sin entrar en más detalles, el Palacio de Buckingham dijo que la operación discurrió con éxito, pero que deberá pasar un "breve tiempo" en observación en el hospital.
A Felipe se le colocó una cánula en una arteria coronaria con el fin de facilitar el riego sanguíneo. Los pacientes que se someten a operaciones similares pueden a menudo abandonar el hospital incluso al día siguiente de la operación, aunque todo dependerá de la evolución del príncipe y de si se producen complicaciones.
Pese a su avanzada edad, Felipe goza de fortaleza y buena salud. Si bien ha venido reduciendo sus apariciones públicas, en octubre realizó un viaje de 11 días a Australia acompañando a su esposa, cinco años más joven. Ambos llevan 64 años casados.
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