Francia conmemoró ayer, con un homenaje oficial sobrio y sin efusión popular, el tercer aniversario de los atentados yihadistas que sacudieron París en enero de 2015, en especial el de la revista Charlie Hebdo, y que marcaron el comienzo de una oleada que ya ha provocado 241 muertos y cientos de heridos.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, acompañado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, dirigió tres ceremonias sucesivas organizadas en recuerdo de las víctimas de Charlie Hebdo y del supermercado judío Hyper Cacher sin pronunciar ningún discurso para respetar la voluntad de las familias, que habían pedido sobriedad.

Macron acudió a la antigua sede de la revista satírica en el distrito 11 de la capital, donde se colocaron coronas de flores delante de la placa conmemorativa de la masacre y se guardó un minuto de silencio por los doce asesinados el 7 de enero de 2015 a manos de los hermanos Said y Cherif Kouachi.

El homenaje oficial concluyó, poco después de mediodía, en la Puerta de Vincennes, en el extremo este de París, donde se encuentra el Hyper Cacher que el 9 de enero de 2015 fue atacado. El terrorista Amedy Coulibaly asesinó en ese supermercado judío, antes de ser igualmente abatido por la policía, a cuatro personas.