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El Gobierno afgano celebra el envío de otros 17.000 soldados de EEUU

  • El presidente estadounidense anuncia el refuerzo del contingente "para estabilizar una situación que se deteriora" · La población teme un empeoramiento de la seguridad con la llegada de las nuevas tropas

Las autoridades afganas saludaron ayer la decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, de desplegar otros 17.000 soldados para luchar contra la insurgencia talibán en Afganistán.

En su primera gran resolución militar desde que asumió el cargo, el presidente Obama anunció el refuerzo del contingente estadounidense "para estabilizar una situación que se deteriora" en el país afgano.

"Es un gesto positivo", declaró el portavoz del ministerio afgano de Defensa, Mohammad Ishaq Payman.

"Pero tenemos nuestras propias condiciones. Queremos que estas tropas sean desplegadas en zonas donde puedan desempeñar un papel positivo eliminando a los terroristas", afirmó Payman.

"Queremos que estén a lo largo de la frontera, en el este, sureste y las partes sureñas del país", pidió el portavoz.

Muchos de los ataques en Afganistán son llevados a cabo por militantes radicados en las zonas tribales del vecino Pakistán que penetran en territorio afgano a través de una frontera mayoritariamente montañosa, de 2.400 kilómetros de largo.

El presidente afgano, Hamid Karzai, viaja hoy a Islamabad con el fin de estrechar los lazos entre vecinos "en todos los frentes", informó la cancillería afgana.

Payman dijo que los refuerzos estadounidenses permitirán a las fuerzas de seguridad afganas, en creciente desarrollo, concentrarse en su entrenamiento en vez de luchar contra la insurgencia, iniciada cuando los talibanes fueron expulsados del poder a fines de 2001 por la invasión de EEUU.

Unos 70.000 soldados de la OTAN y de la coalición internacional liderada por EEUU ya se encuentran en el país para luchar contra los insurgentes y entrenar a las nuevas fuerzas de seguridad afganas, aniquiladas por una guerra civil en los años 1990. Unos 38.000 de esos efectivos pertenecen al Ejército de EEUU.

El comandante estadounidense al mando sobre el terreno, el general David McKiernan, solicitó un envío total de 30.000 militares suplementarios.

Su petición sigue siendo examinada, así como los detalles del refuerzo específicamente estadounidense, declaró un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN.

La Casa Blanca señaló que el nuevo contingente será desplegado antes de las elecciones presidenciales y provinciales fijadas para el 20 de agosto.

La diputada Shukria Barakzai aplaudió también la decisión militar de Washington, pero recordó que la seguridad en el país depende también de la diplomacia y de la erradicación de la pobreza.

"La fuerza militar por sí sola no es suficiente. Si estas tropas vienen sin coordinar sus esfuerzos con el desarrollo y la diplomacia, la situación no cambiará", dijo Barakzai.

Mientras tanto, en las calles de Kabul muchos ciudadanos expresaron su temor a que el envío de tropas suplementarias empeore la situación de seguridad, puesto que las tropas extranjeras son a menudo blanco de ataques suicidas que matan por lo general a más civiles que soldados.

"Los ataques en Kabul se deben a la presencia de la OTAN aquí", dijo un estudiante universitario, Jalid Sherzai. "Más tropas supondrán más carreteras cerradas", agregó.

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