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Italia, Grecia y Portugal exigen la dimisión del presidente del Eurogrupo

  • Dijsselbloem, que afirmó que los países del sur gastan las ayudas en "alcohol y mujeres", alega que ha sido malinterpretado

  • La Comisión dice que "cada uno responde de sus comportamientos"

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se reunió el martes con los ministros de Economía y Finanzas de la UE.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se reunió el martes con los ministros de Economía y Finanzas de la UE. / stephanie lecocq / efe

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, lamentó ayer si "alguien" ha podido ofenderse por sus comentarios "malinterpretados" sobre los países del Sur de Europa, de los que dijo que habían gastado el dinero en "alcohol y mujeres", pero remarcó que no tiene intención de dimitir.

"Lamento si alguien se ha ofendido por mi comentario. Era directo y puede ser explicado desde la estricta cultura calvinista holandesa, desde la franqueza holandesa", afirmó en un comunicado. "No tengo intención de dimitir", añadió.

El también ministro de Finanzas holandés afirmó que la sentencia pronunciada en una entrevista en el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung se refería a él mismo. "Dije que yo no podría esperar que si gasto mi dinero de forma equivocada puedo pedir después apoyo financiero", argumentó.

Así, Dijsselbloem remarcó de nuevo que en la entrevista subrayó la importancia de "la solidaridad y la reciprocidad" dentro del bloque comunitario, en el que "todos deben mantener los acuerdos", sobre todo "cuando en un punto necesitas asistencia financiera y cuando pides al resto apoyo financiero". Dijsselbloem ya descartó el martes disculparse por esas palabras y se mostró sorprendido por su repercusión.

Sin embargo, las críticas de miembros de las instituciones europeas continuaron ayer. "Yo no lo hubiera dicho y creo que es un error", dijo la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, preguntada por el asunto.

Por su parte, el portavoz jefe de la Comisión Europea (CE), Margaritis Schinas, aseguró que "cada uno es responsable de sus propios comentarios, y no comentamos comentarios". Recordó, además, que el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, ya expresó su "respeto, simpatía e incluso amor por el flanco sur de Europa".

Preguntado por las palabras de Vestager, indicó que no hay "nada incompatible entre lo que ella ha dicho y lo que acabo de decir en nombre de la institución".

Además, el Partido de los Socialistas Europeos difundió ayer un comunicado distanciándose de Dijsselbloem, que milita en las filas de los socialdemócratas holandeses. "Sus palabras fueron ofensivas tanto para los países del sur como del norte de Europa", dijo el presidente del PSE, Sergei Stanishev, quien consideró que los comentarios son "inaceptables".

Por su parte, el primer ministro de Portugal, António Costa, exigió la dimisión de Dijsselbloem por su discurso "racista, xenófobo y sexista", los mismos calificativos que usó el Gobierno griego. En Italia, el ministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, calificó sus palabras de "inadmisibles" y dijo estar "muy de acuerdo con (el ex primer ministro Matteo) Renzi", quien pidió su dimisión inmediata.

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