El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, apoyó "en principio" la conferencia de paz sobre Siria propuesta por Rusia si "lleva a un cambio y no sirve solamente para comprar tiempo para que el régimen (sirio) mate a más gente". En declaraciones a Sky News, Hague dijo también que no se puede descartar una intervención militar en Siria, si bien subrayó que la situación en ese país difiere de la de Libia, donde la comunidad internacional intervino "con éxito" en 2011. Según Hague, Siria está "al borde de una guerra civil sectaria" semejante a Bosnia en los años 90, "en la que aldeas vecinas se atacan y se matan mutuamente".

El ministro dijo que había ahora ciertos puntos de coincidencia con Rusia -que el sábado manifestó que no se oponía a la salida del presidente Bachar al Asad (si así lo decidían los sirios)-, si bien instó a este país a utilizar "su influencia" para hacer que el régimen sirio abandone la violencia. Así, sería un paso positivo celebrar esa conferencia si la comunidad internacional "consensuara un camino hacia adelante" y se diera un buen impulso al plan de paz del ex secretario general de la ONU Kofi Annan, puntualizó el ministro.

Hague dudó no obstante de que la presencia de Irán en esa cumbre, como propone Rusia, fuera positiva, dado que, según el titular del Foreign Office, ha estado asesorando al régimen sirio sobre cómo suprimir las protestas. Rusia instó el sábado a la comunidad internacional a convocar una conferencia de paz urgente sobre Siria para impulsar el cumplimiento del plan del mediador de la ONU, Kofi Annan.