Dimitri Medvedev prometió ayer continuar el desarrollo de las libertades cívicas y económicas en el país tras tomar posesión como presidente de Rusia en una pomposa ceremonia en el Gran Palacio del Kremlin.

"Considero mi tarea más importante continuar el desarrollo de las libertades cívicas, crear nuevas posibilidades, las más amplias para que puedan realizarse los ciudadanos, ciudadanos libres y responsables, tanto de su éxito personal como del florecimiento de todo el país", dijo Medvedev en su discurso de investidura.

La intervención del tercer presidente de la Rusia pos-soviética, de 42 años, se produjo inmediatamente después de que jurara el cargo con la diestra sobre un ejemplar de la Carta Magna.

El flamante presidente ruso resaltó en su discurso que el juramento se da al pueblo de Rusia y que los derechos y libertades de los ciudadanos "son el valor supremo" de la sociedad y "determinan el sentido y la contenido de la gestión del Estado".

"Haré todo por que la seguridad de nuestros ciudadanos esté no sólo garantizada por la ley, sino también resguardada realmente por el Estado", prometió con voz firme Medvedev, jurista de profesión.

"La madurez y la eficacia del sistema judicial son condiciones importantes para el desarrollo de la economía y el ámbito social, para el apoyo al empresariado y la lucha contra la corrupción", agregó el nuevo líder ruso.

Medvedev tuvo sentidas palabras de agradecimiento para el ahora ex presidente Vladímir Putin, su mentor. "Agradezco de corazón al presidente Vladimir Vladimirovich Putin su invariable apoyo personal que he sentido permanentemente. Estoy convencido de que así será también en adelante", dijo el jefe del Kremlin en su discurso.

Minutos antes, Putin se había dirigido a los invitados a la ceremonia y a todo el país, a través de la televisión, para destacar los logros de Rusia en los últimos años.

"En el trabajo hubo equivocaciones y errores, pero hemos conseguido importantes resultados concretos, hemos podido avanzar hacia una nueva vida y plantearnos nuevas tareas, no para un mes ni para un año, sino a 20 ó 30 años plazo", dijo Putin en un balance sobre su mandato.

El jefe de Estado saliente señaló que la investidura de un nuevo presidente es una "etapa responsable de la constitución democrática del poder, etapa que debe ser aglutinadora de todas las regiones y fuerzas políticas del país, de la sociedad civil".

Putin recalcó además que "en general, hemos culminado la renovación del poder estatal supremo, renovación que se ha llevado a cabo sobre la base del estricto cumplimiento de la ley y los principios de la democracias" y agregó que cuando juró por primera vez su mandato prometió "trabajar honesta y abiertamente, servir lealmente a pueblo y al Estado. No violé mi promesa".

En el mismo momento en que Putin dejó la Presidencia se convirtió en el líder del partido oficialista Rusia Unida, formación que cuenta en la Duma con una mayoría de más de dos tercios y que previsiblemente le ratificará en el cargo de primer ministro de la potencia tras haber sido propuesto ayer mismo por el nuevo presidente.