La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, condenó la "brutal represión" de las manifestaciones en El Cairo por parte del Ejército y las Fuerzas de Seguridad egipcios, que ya dejó al menos 12 muertos y más de 500 heridos en los últimos días. "Las imágenes de los manifestantes, incluidas mujeres, siendo brutalmente golpeadas y asaltadas (...) son totalmente impactantes", dijo Pillay en un comunicado.

"Los vídeos muestran a gente inconsciente en el suelo que está siendo golpeada en la cabeza y el cuerpo con bastones. Son actos inhumanos (...) que no pueden estar justificados bajo la apariencia de estar restaurando la seguridad o el control de las masas", agregó. Pillay reclamó una investigación imparcial e independiente de todas los casos de abuso y represión violenta de los manifestantes ocurridos en los últimos meses, incluidos los asesinatos, torturas y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y el Ejército.

"Las fuerzas de seguridad egipcias y sus mandos políticos y militares no han aprendido nada durante el último año, ni siquiera el hecho de que acciones como éstas simplemente alimentan la ira y las protestas, y hacen que la solución a los problemas políticos, sociales y económicos de Egipto sea más difícil", indicó Pillay.

Pillay se declaró especialmente preocupada por "lo que parece ser una política deliberada de atacar a mujeres" en las protestas.

"La implacable violencia empleada contra mujeres desarmadas es especialmente escandalosa y no puede quedar sin castigo", señaló Pillay, que recordó que "también ha habido informaciones extremadamente preocupantes acerca de los malos tratos contra mujeres detenidas".

"Estos actos deben ser investigados inmediatamente y sus autores deben rendir cuentas ante la justicia", afirmó.

La Junta Militar negó su responsabilidad en los disturbios en el centro de El Cairo, que han causado el fin de semana 12 muertos.