Las fuerzas conjuntas iraquíes avanzaron frente a los yihadistas del Daesh y los expulsaron de una decena de pueblos en la comarca de Tel Afar (a 65 kilómetros de Mosul), uno de sus últimos dominios en Iraq, sobre el que lanzaron ayer una esperada ofensiva. El primer ministro del país, Haidar al Abadi, anunció la madrugada del domingo el inicio de la operación para "liberar" la comarca, que fue precedida por bombardeos de la aviación y el lanzamiento de folletos para informar a sus habitantes de cómo comportarse durante el desarrollo de los combates. Al Abadi aseguró que los integrantes del Daesh sólo tienen dos opciones: "Rendirse o morir".

Las fuerzas se encuentran desplegadas en cinco frentes alrededor de Tel Afar: las tropas del Ejército se sitúan en el norte y el este, las de la Policía Federal en el noroeste y las de las Fuerzas Antiterroristas en el suroeste, mientras que las milicias apoyan a estos cuerpos. Las tropas terrestres cuentan con la cobertura de la aviación del Ejército iraquí y la de la coalición internacional.

Según informaciones reveladas por la Inteligencia militar, en Tel Afar hay más de 1.400 combatientes del Estado Islámico de nacionalidades árabes y extranjeros, pero entre ellos hay pocos procedentes de la comarca. Sin embargo, existe confusión respecto al número de civiles que permanecen en la región, pero la Organización de la ONU para Asuntos Humanitarios alertó ayer de que los que están huyendo ante los combates corren un "riesgo extremo".

El ataque iraquí llega 24 horas después de que el Ejército libanés lanzara su ofensiva para expulsar al Daesh de su frontera con Siria. Las tropas libanesas siguieron avanzando ayer en Ras Baalbeck y Qaa, donde en dos días de operación militar han recuperado dos tercios del territorio que dominan los extremistas en la región fronteriza con Siria.

El coronel Fadi Abu Eid dijo que actualmente el Ejército domina 80 kilómetros cuadrados de los 120 que se calcula que ocupa el Estado Islámico, desde que en 2014 se hizo fuerte en la zona.