El Gobierno de Qatar hizo ayer un esfuerzo por rebajar la tensión con los países árabes al aceptar negociar las demandas que sus vecinos han impuesto para resolver la crisis diplomática. El anuncio fue hecho por el ministro de Exteriores de Kuwait, Sabah Jaled al Sabah, cuyo país se ha erigido en mediador y ha intensificado los contactos con las partes en los últimos días.

El comunicado kuwaití afirmó que Qatar está dispuesto a "entender las reales inquietudes y preocupaciones" de los países árabes y a hacer "grandes esfuerzos" para la resolución de la crisis. El diálogo, según la intención de Qatar, se canalizará a través del Consejo de Cooperación del Golfo, organismo al que también pertenecen Arabia Saudí, Baréin y Emiratos Árabes Unidos, los países que han tomado más represalias contra Catar, al que acusan de financiar grupos terroristas. A ellos se suma Egipto y otros gobiernos árabes y africanos, que han exigido a Qatar que deje de apoyar a grupos terroristas, a los islamistas Hermanos Musulmanes y expulsar a personas consideradas "hostiles" por los países del Golfo.