El Kremlin confirmó ayer la disposición del presidente ruso, Vladimir Putin, a reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump, a pesar de las graves tensiones causadas por el envenenamiento de ex espía Serguei Skripal y su hija en suelo británico, hecho del que Londres responsabiliza a Moscú.

"Putin está dispuesto, y la parte rusa está dispuesta, a desarrollar relaciones mutuamente beneficiosas y de confianza con todos los países, incluido Estados Unidos", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, al contestar una pregunta al respecto. Al mismo tiempo, Peskov indicó que, tras la expulsión por parte de Estados Unidos de 60 diplomáticos rusos en represalia por el caso Skripal, Moscú no cuenta con "ninguna información acerca de si la parte estadounidense va a cumplir las palabras del presidente Trump (sobre su propósito de reunirse con Putin)".

"Todo depende de nuestros colegas estadounidenses. La parte rusa está abierta a ello", agregó. Al mismo tiempo, el portavoz del Kremlin reiteró que Rusia responderá a las expulsión de más de un centenar de sus diplomáticos de una veintena de países, que se solidarizaron con el Reino Unido en el caso Skripal.

La respuesta de Moscú, agregó Peskov, se producirá en el "momento oportuno" y "todo se hará de tal modo que responda a los intereses de la Federación Rusa".

Asimismo, el Ministerio de Exteriores de Rusia sugirió que Londres puede estar involucrado en el envenenamiento de Skripal. "Un análisis de las circunstancias revela un desinterés de las autoridades británicas por encontrar los verdaderos motivos y a los perpetradores del crimen", afirmó el Ministerio. "Esto nos lleva a la idea de una posible implicación en él de servicios especiales británicos", añadió.