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Sarkozy admite haber cometido errores en su primer mandato

  • El presidente francés hace un balance en televisión y defiende su política de reformas · Asegura que "no renunciará" a la liberación de Ingrid Betancourt

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, admitió ayer haber "cometido errores" durante su primer año en el cargo, pero dijo que las reformas planeadas siguen siendo necesarias.

Frente a cinco periodistas, en una entrevista televisada de 90 minutos en el palacio del Elíseo, Sarkozy explicó su balance del primer año de gobierno y sus proyectos para el futuro, en un momento en que su gestión es criticada por tres de cada cuatro franceses.

Explicando esta situación de impopularidad inédita para un presidente desde hace 50 años, el mandatario francés señaló que "sin duda no he explicado bastante, sin duda yo mismo he cometido errores".

Aún así, Sarkozy pidió ser juzgado al terminar su periodo de cinco años, asegurando haber sido elegido para efectuar "los cambios que el país necesita".

"Tenemos un contexto internacional difícil, razón de más para acelerar las reformas", explicó Sarkozy. Según su opinión, estas reformas son tanto más importantes que "la mundialización ha convertido al mundo en una aldea" y que "nadie tiene garantizado un lugar" en la competencia internacional.

Al ser preguntado por el conflicto en el Tíbet, Sarkozy dijo estar "conmocionado". "No puedo aceptar lo que pasó en Tíbet y así se lo dije al presidente chino" aseguró el presidente francés y matizó que no desea meter a "China entre las naciones amonestadas".

En cuanto a la entrada de Turquía en la Unión Europea, el jefe de Estado afirmó ayer que organizaría un referéndum sobre esta anexión si se planteara el caso, ya que, según el mandatario, ese país "no está en Europa".

Sarkozy prometió además un rápido texto de ley sobre los salarios para alentar a los empresarios a distribuir a sus empleados una parte de sus beneficios.

El presidente francés aseguró además que "no renunciará" a obtener la liberación de la francocolombiana Ingrid Betancourt y expresó su deseo de que su homólogo venezolano, Hugo Chávez, "siga comprometido" en las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Habló a los periodistas de su plano personal, cuya sobreexposición ha sido señalada como una de las causas de la pérdida de popularidad. En este sentido Sarkozy confirmó su retorno a un estilo más discreto, observado desde su nuevo matrimonio con la ex modelo y cantante Carla Bruni.

Al cabo de un año de gobierno, el balance del mandatario francés es ampliamente negativo: reformas cuestionadas, economía en receso, gobierno indisciplinado, política extranjera caótica, estilo de vida criticado.

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