El presidente saliente del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, renunció ayer a su intención de ser ministro de Exteriores en un futuro Gobierno de coalición con los conservadores de Angela Merkel a causa de la fuerte presión interna, según informó él mismo en un escrito.

Schulz explicó que, debido al debate dentro del partido sobre su persona, peligra la posibilidad de obtener el beneplácito de los militantes del partido en la votación que se llevará a cabo del 20 de febrero al 2 de marzo sobre el pacto de coalición acordado entre conservadores y socialdemócratas.

Según 'Bild', la cúpula socialdemócrata dio un ultimátum a Schulz para rechazar el cargo

"Por ello renuncio a entrar en el Gobierno y espero que con esto se termine el debate en el seno del SPD", explicó. "Todos hacemos política para las personas en este país. Dentro de esto forma parte el hecho de no anteponer las ambiciones personales a los intereses del partido", agregó.

Desde que dio a conocer el miércoles su intención de ser ministro de Exteriores, numerosas voces del SPD se alzaron en contra de que Schulz formara parte del Gabinete. De acuerdo con el diario Bild, esto habría llevado a la cúpula del partido a dar un ultimátum a Schulz para renunciar al cargo hasta mediodía de ayer.

"La decisión de Martin Schulz se merece el máximo respeto y reconocimiento", declaró la designada como futura presidenta del partido, Andrea Nahles, a través de un comunicado de prensa.

"Todos sabemos lo difícil que ha tenido que ser para él tomar esta decisión. Esto muestra su notable grandeza humana", agregó sobre Schulz, que esta semana anunció también su decisión de ceder su puesto como líder del partido a la actual jefa del grupo parlamentario.

Por su parte, el presidente del SPD en Renania del Norte-Westfalia, Michael Groschek, indicó que esta decisión supondrá "una contribución necesaria para fortalecer la credibilidad del SPD". Este Estado federado habría comandado el grupo de presión para evitar que Schulz forme parte del nuevo Ejecutivo.

El ex presidente de la Eurocámara indicó durante la campaña para los comicios de septiembre que no formaría parte de ningún Gabinete liderado por Merkel. Sin embargo, sorprendió anunciando su intención de ocupar el poderoso Ministerio de Exteriores.