La canciller alemana, Angela Merkel, pidió ayer calma a los miembros de la Unión Europea (UE) tras las duras críticas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y recordó que el destino de los europeos reside en sus manos.

"Creo que nosotros como europeos tenemos nuestro destino en nuestras propias manos", declaró la mandataria tras un encuentro con el primer ministro de Nueva Zelanda, Bill English, en Berlín. "Nosotros decidiremos sobre nuestros desafíos", indicó.

Tenemos nuestro destino en nuestras manos. Decidiremos sobre nuestros desafíos"Angela MerkelCanciller alemana

Durante la entrevista concedida a los diarios Bild y The Times, Trump criticó, entre otros, los problemas de funcionamiento y de identidad de la UE al tiempo que no dudó en calificar de "inteligente" la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión.

Ante los comentarios incendiarios del republicano sobre las instituciones comunitarias, Merkel señaló que gracias a las eficientes estructuras y a su fortaleza económica, la UE puede luchar contra el terrorismo, avanzar en el proceso de digitalización y combatir otros problemas.

Preguntada por las críticas de Trump a la política de refugiados alemana -que el futuro presidente de EEUU calificó como un "error catastrófico" y relacionó con el terrorismo-, Merkel respondió que la lucha contra el terrorismo supone un gran desafío para todos los países, entre ellos, Francia o España. "La lucha contra el terrorismo es un desafío global", apuntó.

Asimismo, conminó públicamente a separar de "manera más clara" la cuestión de los refugiados de la guerra civil en Siria. "Muchos sirios no sólo huyen de la guerra civil, sino también del terrorismo en su país", apostilló.

Sobre las futuras relaciones con el presidente estadounidense, Merkel insistió en que tanto sus posturas como las de Trump ya son conocidas. "Personalmente, espero a que asuma el cargo el presidente de EEUU", dijo. "Naturalmente cooperaremos a todos los niveles", agregó.

A la espera de que Trump asuma oficialmente la Presidencia el viernes, sus declaraciones continúan creando incertidumbre en el ámbito político global.

Así lo reconocía ayer desde Bruselas el ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, quien señaló que las recientes palabras del futuro presidente estadounidense sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) habían sido recibidas con preocupación tanto en la UE como en el seno de la propia alianza. "Tenemos que ver en qué se traducirá la política estadounidense", señaló el jefe de la diplomacia alemana tras un encuentro con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

En entrevista con los diarios europeos, el futuro presidente estadounidense dijo que la Alianza está "obsoleta" y volvió a quejarse de que los estados miembros, en su opinión, no contribuyen económicamente como deberían. "Debemos proteger a estos países, pero muchos de ellos no pagan lo que tendrían que pagar", añadió Trump.

Stoltenberg sigue "absolutamente seguro" de que Donald Trump mantendrá su compromiso con la organización tras las últimas críticas vertidas contra ésta, indicó por su parte ayer la portavoz de la Alianza, Oana Lungescu.

Por otro lado, el comisario europeo de Presupuestos y Recursos Humanos, el alemán Günther Oettinger, apuntó ayer que EEUU, también bajo el mandato de Donald Trump, sigue siendo el socio más importante de Europa y Alemania. "Su Gobierno sabe lo importante que es la OTAN. Estoy seguro de que él (Trump) tiene que escuchar y aprender", añadió.

También el presidente de Francia, François Hollande, rebatió a Trump y le aseguró que la OTAN no está "obsoleta" y que la UE no necesita de consejos ajenos. "Europa estará siempre preparada para dar continuidad a la cooperación transatlántica, pero se moverá en función de sus intereses y valores. No necesita de consejos ajenos para decirle lo que debe hacer", dijo Hollande, en un acto de condecoración a la embajadora estadounidense, Jane Hartley.