Miles de tunecinos rememoraron ayer el séptimo aniversario de la caída de la dictadura de Zinedin el Abedin ben Ali con diversas manifestaciones independientes (en la imagen) que evidencian la creciente fractura social. Esta celebración coincide con el anuncio del Gobierno de que aumentará la ayuda económica que concede a las familias más desfavorecidas, en la primera reacción tras intensificarse y tornarse violentas las protestas contra las políticas de austeridad que se suceden desde principios de año en todo el país, informó ayer la prensa local. Por su parte, el presidente del país, Beji Caïd Esebsi, criticó a la prensa internacional, a la que acusó de exagerar el calado de las protestas y dañar la imagen de Túnez.