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Turquía agrava la crisis con Francia acusándola de genocidio en Argelia

  • El embajador turco abandona París en el marco de tensión diplomática provocada por la aprobación de una ley que castiga la negación del exterminio armenio

Turquía llamó a consultas a su embajador en París y acusó a Francia de haber cometido "un genocidio" en Argelia, en el marco de una crisis diplomática provocada por el voto en el Parlamento francés de una ley que castiga la negación del genocidio armenio.

El embajador, Tahsin Burcuoglu, "regresó (a Turquía) para consultas. Partió con su familia en un vuelo de las 07:40", declaró un portavoz de la legación diplomática turca en París. El jueves, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ordenó la suspensión de las visitas bilaterales y la anulación de ejercicios militares conjuntos con Francia.

Ayer, Erdogan volvió a la carga, acusando a Francia de haber cometido "un genocidio" en Argelia durante la época colonial. "Francia masacró alrededor de un 15% de la población argelina a partir de 1945. Eso es un genocidio", declaró Erdogan en una conferencia en Estambul, refiriéndose al violento proceso de independencia de Argelia de la dominación francesa, entre 1945 y 1962.

"Si el presidente francés (Nicolas) Sarkozy no sabe que hubo un genocidio, puede preguntarle a su padre Pal Sarkozy (...), que fue legionario en Argelia en los años 1940", añadió. "Los argelinos fueron quemados colectivamente en hornos. Fueron martirizados sin piedad", afirmó.

Erdogan acusó además a Sarkozy de alimentar la islamofobia y la turcofobia con fines electorales, meses antes de los comicios presidenciales franceses previstos en abril y mayo de 2012. "El presidente francés Nicolas Sarkozy ha empezado a buscar beneficios electorales utilizando el odio al musulmán y al turco", declaró.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, intentó calmar la situación pidiendo "moderación" y "sangre fría", aunque concedió que la iniciativa de votar el proyecto de ley "no era oportuna".

Por su parte, Sarkozy urgió a Turquía a respetar las convicciones ajenas. "Yo respeto las convicciones de nuestros amigos turcos, son un gran país, una gran civilización, y ellos deben respetar las nuestras", dijo a medios franceses en Praga. "Francia no le da lecciones a nadie, pero tampoco quiere recibir lecciones", apostilló.

Azerbaiyán, aliado de Turquía, se sumó al debate condenando la iniciativa francesa, "que sólo creará problemas", según la cancillería.

Turquía puso fin también a las consultas políticas con Francia, en particular en asuntos sensibles como la situación en Siria, donde Ankara desempeña un papel muy importante. Sin embargo, el primer ministro turco no anunció sanciones comerciales contra Francia, un importante socio económico. El volumen de los intercambios bilaterales sumó unos 12.000 millones de euros en 2010.

Los diputados franceses votaron el jueves una ley que castiga con un año de cárcel y 45.000 euros de multa la negación de un genocidio reconocido por la legislación francesa, entre los cuales figuran el de los judíos en la Segunda Guerra Mundial y el de los armenios entre 1915 y 1917.

En 2001, Francia aprobó una ley que reconoce el genocidio armenio, en el que según los armenios murieron 1,5 millones de personas en los últimos años del Imperio Otomano. Turquía reconoce que unos 500.000 armenios murieron en combates y durante su deportación, pero no debido a un plan de exterminio.

El proyecto de ley debe ser examinado por el Senado francés, lo que puede llevar varios meses antes de su aprobación definitiva.

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