El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, declaró que depende de Londres cómo termine la negociación del divorcio entre el Reino Unido y la UE, y volvió a insistir en que no descarta la posibilidad de que el Brexit no llegue a producirse.

"Mientras no estemos divididos, la UE podrá ponerse de pie en cualquier escenario. De hecho, de Londres depende cómo termine esto: con un buen acuerdo, sin acuerdo o sin Brexit", declaró Tusk ante el pleno del Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo (Francia).

Barnier señala que Londres tendrá que abonar pagos pendientes después de 2020

No es la primera vez que, una vez iniciado el proceso de desconexión británica de la UE, el presidente del Consejo Europeo ha dejado abierta la puerta de la permanencia del Reino Unido en el club comunitario, que debería abandonar el bloque en marzo de 2019. En junio, en un comunicado difundido por Tusk antes de una cumbre en Bruselas, el presidente del Consejo Europeo evocó la misma posibilidad, citando para ello la canción de John Lennon Imagine.

En sus declaraciones ayer ante la Eurocámara, el presidente del Consejo, institución que representa a los países de la UE, se describió como "un optimista incurable" y centró su mensaje sobre el Brexit en subrayar que, más allá del camino que tome el Reino Unido, los 27 países que seguirán en la UE deben permanecer unidos.

Siempre sobre el mismo asunto, Tusk también hizo referencia ante los eurodiputados a la transformación que necesitará el Parlamento Europeo de cara a las elecciones de 2019 si el Reino Unido sale de la UE, donde Londres aporta actualmente 73 de los 750 europarlamentarios.

"Me tomaré en serio todas las propuestas que han surgido en este debate, todas son ideas interesantes y proeuropeas. Personalmente creo que la mejor solución sería adoptar una regla simple: menos países, menos mandatos. No sólo es pragmático y lógico, sino que también es lo que espera la opinión pública", dijo.

Tusk agregó que es "consciente" de que la decisión deberá consensuarse con la propia Eurocámara, que deberá proponer y codecidir la solución a ese asunto.

Por su parte, el negociador comunitario para el Brexit, Michel Barnier, indicó que las obligaciones británicas con el presupuesto comunitario incluyen partidas que estarán pendientes de pago a partir de 2020, como ocurre con las ayudas regionales.

En una entrevista publicada ayer por el diario francés Les Échos, señaló que la primera ministra británica, Theresa May, se ha comprometido a abonar las contribuciones que su país tenía establecidas para los presupuestos de 2019 y 2020, pero también con los compromisos asumidos mientras era miembro de la UE.

El ex ministro francés y ex comisario europeo hizo hincapié en que todavía debe evaluarse lo que "queda por liquidar" a partir de finales de 2020 y recordó que el dinero de los fondos estructurales llega entre uno y tres años después del fin del periodo presupuestario. Por eso, señaló que hay que examinar "línea por línea qué entienden los británicos cuando hablan de sus compromisos".

Barnier también consideró "lógico" que el periodo de transición para la salida del Reino Unido de la UE cubra el periodo presupuestario actual, hasta 2020. "Eso nos dejaría un poco más de tiempo para preparar la relación futura", justificó tras puntualizar que por ahora no tiene mandato para negociar ese punto, dado que esas discusiones no empezarán hasta que se hayan convenido las condiciones del divorcio entre Londres y Bruselas.

En cualquier caso, destacó que fijar ese periodo de transición hasta 2020 sólo es posible si está enmarcado y si se mantiene "toda la arquitectura de la reglamentación y de la supervisión europea", incluido el orden jurisdiccional.

En cuanto a la futura relación con el Reino Unido, indicó que hay que trabajar en "un modelo que se parezca al acuerdo firmado con Canadá" que garantice la integridad de las reglas del mercado único, que "no es negociable", como tampoco lo es "la autonomía de decisión" de los Veintisiete.