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Valls propone reducir a la mitad el número de regiones francesas

  • El primer ministro galo, de origen catalán, subraya que en pocos países llega tan alto un extranjero

El primer ministro francés, Manuel Valls, esbozó ayer las prioridades de su nuevo Gobierno poco antes de someterse a un voto de confianza en la Asamblea Nacional y propuso reducir a la mitad el número de regiones.

El jefe del Ejecutivo del país vecino aseguró que las regiones deben tener "todos las funciones, todas las competencias para ayudar al crecimiento de las empresas y animar las iniciativas locales".

En la presentación de su programa de gobierno ante la Asamblea Nacional, Valls -nombrado la semana pasada primer ministro tras la debacle electoral socialista en las elecciones municipales francesas- planteó a las regiones que se fusionen para alcanzar el objetivo de reducir su número a la mitad.

En caso de que no lo acuerden, el Gobierno propondrá una nueva estructura regional el 1 de enero de 2017. Francia cuenta en la actualidad con 22 regiones metropolitanas y cinco de ultramar.

Valls destacó que las prioridades de su Gobierno son el crecimiento económico, la creación de empleo y la mejora del poder adquisitivo. "Quiero en primer lugar responder a las demandas de los franceses y aplicar la hoja de ruta del presidente de la República: crecimiento, empleo y poder adquisitivo son nuestras prioridades. No hay que perder tiempo, hay que actuar rápido", declaró a la prensa a su llegada a la Asamblea.

Dijo estar "muy sereno y muy determinado" y pidió a los diputados que estén "a la altura de sus responsabilidades" porque "estamos en un momento grave, difícil para el país".

Por la mañana estuvo reunido con el grupo parlamentario de los ecologistas, que la semana pasada decidieron no participar en el Gabinete del nuevo primer ministro por las discrepancias que habían mantenido con él cuando era titular de Interior y por las promesas incumplidas por el presidente de la República, François Hollande.

El primer ministro francés, originario de España, presentó su programa de gobierno para un país del que se declaró "orgulloso" porque es "uno de los pocos que permiten a un ciudadano nacido en el extranjero llegar a las más altas funciones del Estado".

Visiblemente emocionado, en el final de su discurso de política general ante los diputados, el jefe del Gobierno galo alabó los "puntos fuertes" de Francia, que, dijo, deben ser subrayados para "recuperar la confianza de los ciudadanos".

"Francia conserva hoy la misma grandeza que tenía en mi mirada de niño", aseguró Valls, nacido en Barcelona hace 52 años y que no adquirió la nacionalidad francesa hasta los 20 años.

El primer ministro citó a algunos personajes y hechos clave de la historia de Francia, como la batalla de Valmy de 1792, Jean Jaurés, Georges Clemenceau, Charles de Gaulle o el movimiento de la resistencia contra los nazis.

"Por todo ello quise ser francés, y ser primer ministro del Gobierno de Francia es un inmenso honor para mí. Hay pocos países en el mundo que permiten a ciudadanos nacidos en el extranjero, que han aprendido los valores de la República, alcanzar las más altas funciones del Estado", señaló con la voz un tanto quebrada.

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