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La mano derecha de Murdoch revela su estrecha relación con Cameron

  • Rebekah Brooks, ex consejera delegada de News International, declara durante cinco horas ante la comisión que analiza el caso de las escuchas ilegales, una comparecencia centrada en sus vínculos con el poder

Rebekah Brooks, ex consejera delegada de News International (NI), detalló ayer su estrecha relación con destacados políticos del Reino Unido, incluido el primer ministro David Cameron, al que calificó de "amigo".

Brooks, que dimitió en julio de 2011 de su cargo al frente de NI, del grupo de medios de comunicación perteneciente a Rupert Murdoch, prestó ayer declaración durante una maratoniana sesión de cinco horas ante la comisión Leveson, que analiza la ética de la prensa a raíz del escándalo de las escuchas ilegales del News of the World (NoW), del que ella fue directora.

La declaración se centró en sus relaciones con el poder y sólo tocó tangencialmente el escándalo de los pinchazos telefónicos, ya que en estos momentos hay una investigación policial por la que Brooks fue detenida en dos ocasiones para ser interrogada.

Sobre los contactos con Cameron, la ex consejera delegada de NI negó ayer que llegasen a intercambiar mensajes hasta 12 veces al día como se ha publicado, si bien admitió que fueron regulares a principios de 2010, durante la campaña electoral para las elecciones generales de mayo de ese año.

Preguntada sobre cómo firmaba el premier sus mensajes de texto de móvil, Brooks dijo: "Firmaba generalmente DC (David Cameron). A veces podía firmar lol, por con mucho cariño (lots of love), hasta que yo le dije que eso quería decir reírse a carcajadas (laugh out loud)", afirmó.

Además, la periodista admitió haber recibido de forma "indirecta" un mensaje de Cameron cuando dimitió como consejera delegada de la rama británica del imperio de Murdoch, por el caso de las escuchas.

En su testimonio, la que fuera directora del sensacionalista The Sun y del desaparecido NoW dijo que en el mensaje, que recibió después de su renuncia a través de un intermediario, Cameron le pedía que mantuviera el ánimo.

La famosa periodista, considerada la mano derecha del magnate de la prensa Rupert Murdoch, aseguró que recibió mensajes similares de los ministerios británicos de Economía, Exteriores e Interior.

Al ser preguntada sobre de qué otros políticos recibió apoyo, Brooks señaló que le llegaron mensajes del ex primer ministro laborista Tony Blair, pero no de su sucesor, Gordon Brown.

Los estrechos y fluidos contactos de la poderosa periodista y los políticos británicos se pusieron de manifiesto cuando Brooks reveló que se reunió con Blair en 30 ocasiones entre 1998 y 2007, lo que incluyó tres cenas a solas.

Con Cameron se reunió una vez para comer y cuatro para cenar después de las elecciones de 2010, incluida una cena de Navidad en casa de Brooks el 23 de diciembre.

Al ser preguntada por el abogado Robert Jay sobre si había llegado a hablar con Cameron de los pinchazos telefónicos del NoW, Brooks admitió que lo hizo en alguna ocasión en 2010.

"Lo sacaríamos en alguna conversación pero en los términos más generales. Tal vez en 2010 tuvimos una conversación más específica sobre eso", agregó Rebekah Brooks, que en varias ocasiones aseguró no recordar algunos de los aspectos por los que era preguntada.

Sobre su relación con Tony Blair, Brooks dijo que le conoció en 1995, después de que fuera elegido líder del Partido Laborista, y, a partir de entonces, sus encuentros fueron frecuentes.

Blair y Brooks tuvieron una relación de "amistad" y solían verse de manera formal, informal y en actos sociales, además de hablar con frecuencia por teléfono, admitió en su declaración.

Sin embargo, Rebekah Brooks insistió en que nunca había comprometido su trabajo periodístico cuando trataba con políticos.

Otro de los asuntos en los que más insistió el abogado durante esta comparecencia fue la polémica operación por la que Murdoch pretendía hacerse con el total de la plataforma digital BSkyB, sobre la que el Gobierno tenía la última palabra.

Brooks calificó de "informal" su papel a la hora de tratar con el Gobierno sobre una operación que finalmente fracasó tras el escándalo de las escuchas.

Sin embargo, la periodista reconoció haber hablado "brevemente" sobre el asunto con el ministro de Finanzas, George Osborne, y con el propio Cameron.

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