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La tensión estalla en Irán tras conocerse la victoria de Ahmadineyad

  • Se han registrado en diferentes puntos de Teherán pequeños choques entre las fuerzas de Seguridad y algunos grupos partidarios del líder opositor.

Cientos de voluntarios de la milicia islámica Basij tomaron este sábado los alrededores del ministerio de Interior de Irán y de la sede del candidato opositor Mir Husein Musaví, donde la tensión ha crecido en las últimas horas.

Decenas de policías han desembarcado en la plaza de Fatemí, en el centro-este de Teherán, donde se han registrado pequeños choques entre las fuerzas de Seguridad y algunos grupos de partidarios de Musaví.

La polémica se ha disparado en la capital de Irán después de que el ministerio de Interior concediera una contundente y sorprendente victoria al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, con más del 67 por ciento de los votos.

Nada más cerrarse las urnas, Musaví se atribuyó la victoria y denunció numerosas irregularidades en favor del mandatario ultraconservador.

"La actitud de este gobierno fue muy mala porque no supo aceptar el comportamiento de la gente que quería un cambio. Estoy seguro de que la persona que finalmente ganó estás elecciones fui yo. Lo hice con gran diferencia de votos sobre el segundo candidato", afirmó.

Musaví quiso agradecer el apoyo del pueblo iraní, que en su opinión "ha entendido la situación del país".

"Mucha gente salió a la calle y votó, y eso significa que entendieron la situación que atraviesa el país. Lo que sucedió hoy fue increíble", afirmó Musaví.

Sin embargo, pocos minutos después la agencia estatal Irna se adelantaba a la Comisión Electoral Nacional y aseguraba que el presidente había ganado los comicios con más del 60 por ciento de los sufragios.

Ese índice ha sido mantenido de forma casi inalterada por el ministerio de Interior desde que cerca de la medianoche adelantara los primeros resultados preliminares con tan sólo el 19 por ciento de las urnas abiertas.

A las diez de la mañana hora local, el ministerio insistía en que con el 94 por ciento escrutado Ahmadineyad había conseguido el 64,78 por ciento de los sufragios, el doble que su rival.

Poco antes del cierre de los colegios, la Policía iraní ya había aislado a cal y canto el ministerio de Interior, sede donde se recontaban los votos.

La zona, donde se encuentra también el cuartel general electoral de Musaví, está a estas horas cercada por Policías y por grupos de milicianos "Basij", que patrullan en moto con actitud intimidatoria.

Ya en la noche, tras el anuncio de Musaví, fuerzas de seguridad y efectivos antidisturbios desalojaron con violencia a centenares de personas que se concentraban en torno a la sede de Musaví, según relataron a Efe testigos.

A primera hora de la mañana, nuevos enfrentamientos entre la Policía y seguidores del ex primer ministro se repitieron en algunos puntos de Teherán.

La aplastante victoria ha sorprendido a miles de iraníes, atónitos ante la contundencia de unos resultados que muchos pronosticaban que se dilucidarían en segunda ronda.

La jornada del viernes se caracterizó por la afluencia masiva de ciudadanos a las urnas, las denuncias de la oposición y algunos actos de violencia, como el ataque con bombas de humo de un grupo de Basij a una sede pro Musaví.

Según el ministerio de Interior, la participación rondaría la cifra récord del 75 por ciento.

La campaña de Musaví denunció ausencia de papeletas en muchos de los colegios electorales, impedimentos para que los observadores realizaran su trabajo de vigilancia del proceso y olvidos a la hora de sellar las papeletas a los que ya habían votado.

Una vez escrutados los votos, los resultados deben ser ratificados por el poderoso Consejo de Guardianes, máxima autoridad en el proceso electoral.

Doce horas después, la campaña del presidente iraní rompió su silencio y proclamó la victoria del mandatario.

Mojtaba Samareh Hachemi, jefe de campaña de Ahmadineyad, aseguró a la agencia de noticias Fars que las cifras reveladas hasta la fecha por el ministerio de Interior "no generan ninguna duda".

Samareh Hachemi calificó de propaganda y de acto de irresponsabilidad la decisión de Musaví de reclamar la victoria, y afirmó que la derrota es el episodio final de tres meses de irrealidad.

Ahmadineyad "es el presidente de todos los iraníes. Los otros candidatos deben respetar el deseo del pueblo, respetar las reglas democráticas y ayudar a crear una atmósfera sana que elimine las tensiones", afirmó.

"La diferencia de millones de votos demuestra quienes son los que han mentido", afirmó.

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