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Los euroescépticos irrumpen en el mapa político alemán

  • Democristianos y socialdemócratas mantienen la mayoría pero el partido antieuro AfD barre a los liberales. El neonazi NPD puede lograr representación.

Euforia. Así era el ambiente que se respiraba en el Hotel Maritim de Berlín, donde Alternative für Deutschland se preparaba para celebrar su noche electoral. El partido que ha hecho de la ruptura del euro su lema de campaña habría barrido a los liberales de su papel como bisagra en la política alemana, alcanzando el 7% de los votos en la segunda contienda electoral en la que participa. “Somos un partido de centro, que pide más democracia en Europa y que está totalmente en contra de la política de salvar el euro a toda costa”, recalca Hans Olaf Henkel, número dos de la lista electoral y ex responsable de IBM para Europa occidental.

Los dos grandes partidos que forman la gran coalición alemana, el democristiano CDU y el socialdemócrata SPD, mantienen el liderazgo en la escena política alemana, sumando en torno al 60% de los sufragios. El tercer puesto, con alrededor del 10% de los votos, es disputado por ecologistas y la izquierda que representa Die Linke, muy críticos con la política europea. La irrupción de AfD ha sido posible por el hundimiento del liberal FPD, clave en la gobernabilidad desde la fundación de la República Federal, que confirma su caída en el ostracismo, con algo menos del 4% del total.

La abolición del umbral electoral del 5% por parte del Tribunal Constitucional ha reabierto una vieja herida. Los neonazis del NPD habrían logrado en torno al 1% de los votos, lo que le podría abrir las puertas del Parlamento Europeo a su cabeza de lista.

“Los otros países piensan que los alemanes somos ricos pero nuestras escuelas no son ricas y están sucias. AfD es un partido joven que quiere cambiar las cosas”, afirma en español Silvia, militante del AfD, cuya abuela y su madre residen en Chiclana de la Frontera. El liderazgo del partido está integrado por empresarios, profesores universitarios o profesionales liberales sin apenas experiencia política. Ha captado el voto del descontento con la situación económica, logrando incluso en torno el 10% de los votos en Berlín, baluarte de la izquierda alemana, con un sencillo mensaje. “Sólo vemos tres salidas al euro: que los partidos que no pueden o no quieren tener disciplina dejen el euro. Si no es así, que Alemania, Austria, Holanda y Finlandia deben salir del euro. Y si no fuera posible, volver a nuestras viejas divisas”, resume Hans Olaf Henkel.

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