El drama de los veteranos La inmensa mayoría de los indigentes en Estados Unidos son ex combatientes

De la guerra a la calle

  • Los veteranos de los conflictos de Iraq y Afganistán siguen los pasos de los que regresaron de Vietnam y engrosan las filas de los acorralados por la miseria

En 2003 John lideraba una unidad de 20 soldados en Afganistán. Dos años más tarde se encontraba ahogado en deudas, desempleado y sin un lugar fijo para vivir en Los Ángeles, una dura ciudad de ese país que lo mandó a la guerra.

El caso de este hombre de 44 años ilustra una tendencia preocupante en Estados Unidos, donde cada vez más ex soldados de "la guerra contra el terrorismo" se encuentran acorralados en la miseria.

El fenómeno no es nuevo: decenas de miles de soldados que combatieron en Vietnam no tuvieron otra opción que vivir como indigentes tras el fin de la guerra en 1975. Incluso hoy en día, los ex combatientes de Vietnam conforman la mayoría de los 150.000 veteranos de guerra que están en la calle.

Pero los contextos son distintos. Anthony Belcher, un veterano de Vietnam, señaló que para aquel entonces la guerra era tan poco popular que "los soldados que volvían del frente eran tratados con desprecio" por la población.

Mientras que las guerras lanzadas después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 suscitan un apoyo sin fisuras para los soldados, al menos por una buena parte de la población norteamericana.

No obstante, el regreso a casa sigue siendo el mismo: la calle.

De 700.000 indigentes en Estados Unidos, de los cuales más de 100.000 viven en Los Ángeles, la cuarta parte son veteranos de guerra, según cifras oficiales.

John, quien no desea dar su apellido, se sumó a las filas de la Guardia Nacional para pagar sus estudios de arte. Aunque jamás tuvo que emplear su arma mientras estuvo destacado en Afganistán, el estrés de la situación lo superó completamente.

"Estaba de guardia, con el temor de lo que podía pasarle a las 20 personas que estaban bajo mi cargo", contó a la AFP.

Al volver a su casa en California, John vivió la euforia durante algunos meses, hasta que empezó a sentirse deprimido y a desahogarse con el alcohol. La situación fue empeorando hasta hallarse incapacitado para pagar el préstamo que había pedido para comprarse un vehículo; siguió la pérdida de su casa y la falta de trabajo.

Así estuvo durante tres años hasta que acudió a New Directions, una agencia de ayuda a los ex combatientes de guerra que están en la calle y que tiene su sede en Los Ángeles. Allí encontró un trabajo en la administración de los veteranos para reinsertarlos en la sociedad.

"Las personas que vuelven de Iraq y Afganistán son jóvenes, tienen 22 o 23 años, y han sido testigos, actores de actos horribles", explica Rachel Feldstein, una de las directoras de New Directions.

"Cuando regresan se sienten invencibles y adoptan comportamientos de riesgo como el consumo de drogas duras, por ejemplo", señala Feldstein.

Un estudio de la consultora Rand Corporation divulgado en abril demostró que una de cada cinco personas que combatió en Iraq y en Afganistán presenta severos síntomas de estrés postraumático.

Dan, uno de estos soldados golpeados psíquicamente por la guerra, fue enfermero en Iraq durante un año: "Vi las peores cosas", declara con un suspiro.

Cinco meses después de su regreso "tenía recuerdos, todo el mundo me exasperaba. De noche tenía pesadillas y la única forma de conciliar el sueño era bebiendo", cuenta este veterano que no quiere revelar su verdadera identidad. Tras ser detenido varias veces por conducir en estado de ebriedad, Dan pasó un año y medio en la cárcel, para luego sumarse a un programa de desintoxicación.

La administración encargada de los ex combatientes cifró en cerca de 2.000 los soldados que han vuelto de Iraq y Afganistán y que ahora están en la calle, datos que para Rachel Feldstein sólo presagian que aún verá a muchos más soldados tocando a la puerta de la agencia que dirige en busca de una ayuda emocional y económica.

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