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Un 'pitbull' con mano de seda

  • El número dos de Barack Obama está considerado por sus adversarios como un verdadero 'perro de presa', aunque también tiene experiencia como bailarín

Antes de que Sarah Palin llegase a la política nacional de EEUU y se asociase con la imagen de un pitbull, Washington ya consideraba a Rahm Emanuel, el nuevo jefe de gabinete de Barack Obama, como el verdadero perro de ataque.

Emanuel, congresista por Illinois y amigo de Obama, se ganó definitivamente el título al presidir la campaña electoral del 2006 que devolvió al Partido Demócrata el control del Congreso estadounidense y cimentó el histórico triunfo de quien se convertirá en el primer presidente afroamericano de Estados Unidos.

El calificativo de pitbull, otros le llaman Rahmbo, para el que es el cuarto demócrata más importante del Congreso, está basado en hechos. Su familia dice que en una pelea es difícil que Emanuel retroceda. Su antiguo jefe, el ex presidente Bill Clinton, afirmó que el congresista de Chicago prefiere el contraataque. En el Partido Republicano lo consideran "peligroso" e "incansable".

El aura agresiva de Emanuel gana en peso cuando a su biografía se le añade que sirvió como voluntario civil en el Ejército israelí durante la primera Guerra del Golfo en 1991.

Nacido en Chicago el 29 de noviembre de 1959, es hijo de un devoto sionista israelí de origen ruso, Benjamin Emanuel, y de Martha Smulevitz, una defensora de los derechos civiles que acabó tres veces en la cárcel durante manifestaciones.

Emanuel está casado con Amy Rule y tiene tres hijos. Cuenta con un máster de la Universidad de Northwestern en Habla y Comunicación. Además, y a instancias de su madre, Emanuel asistió a la Escuela Evanston de Ballet, cuya filosofía es que "en el baile, el cuerpo es el instrumento. Ya que cada cuerpo es diferente, creemos que es de la mayor importancia que cada estudiante aprenda a través del entendimiento en vez de simplemente imitando".

Desde luego, Emanuel no tiene ningún problema para utilizar su cuerpo como herramienta en el mundo de la política. O morder las piernas de su contrincante cuando es necesario. Su uso de ofensivas palabras malsonantes está bien documentado.

Incluso si su enemigo es el propio presidente de su partido. En 2006, cuando fue elegido presidente del comité de la campaña Demócrata para el Congreso, Emanuel se enfrentó durante meses a Howard Dean, presidente del Comité Nacional, sobre la distribución de recursos dentro del partido.

Emanuel ganó y su estrategia arrebató a los republicanos el control del Congreso. Por supuesto, en el camino el congresista se enemistó con Dean, pero eso parece no importar al jefe de gabinete de Obama. No en vano, Clinton calificó a Emanuel como "una de las principales mentes políticas de Washington".

Hay otro dato en su biografía que tiene una especial importancia para entender a quien tendrá acceso ilimitado al futuro presidente de los Estados Unidos.

En su adolescencia, Emanuel estuvo al borde de la muerte tras cortarse un dedo mientras trabajaba en un restaurante. Lo que era un corte más se convirtió en una grave infección sanguínea que le llevó al hospital y casi a la muerte. Seis semanas después, Emanuel se recuperó aunque perdió la mitad de su dedo.

Quienes le conocen afirman que, tras esa experiencia, su carácter se hizo más serio, con un nuevo interés en trascender.

Emanuel es también una persona cercana al clan Clinton, lo que puede ayudar a cerrar la brecha creada durante la campaña para la nominación demócrata entre los partidarios de Obama y los de Hillary Clinton.

En 1991, Emanuel se unió a la campaña presidencial de Bill Clinton y, tras su victoria electoral, el joven Emanuel fue nombrado director de política. En 1996 fue promovido a principal asesor principal en política y estrategia.

Emanuel cuenta con otra característica que servirá bien a Obama, sus buenas relaciones con la elite financiera de Wall Street. En 1998, abandonó la Casa Blanca para irse a trabajar con Bruce Wasserstein, uno de los grandes nombres de Wall Street.

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