Mundo

Un terrorista suicida en una furgoneta bomba siembra el terror en Ingushetia

  • El atentado contra una comisaría ha causado al menos una veintena de muertos y decenas de heridos.

Un terrorista suicida a bordo de una furgoneta bomba ha matado a al menos 20 personas y ha dejado decenas de heridos al detonar una potente carga explosiva en el recinto del departamento del Interior de Nazrán, la mayor ciudad de Ingushetia, república norcaucásica rusa vecina de Chechenia.

El atentado se produjo pasadas las 09:00 hora local (las 07:00 en España), cuando los funcionarios policiales se encontraban formados en el patio del recinto, indicaron fuentes de Ministerio del Interior ingush, citadas por la agencias locales.

En un primer momento, de confusión, la policía comunicó que la explosión se había registrado en un café junto a las dependencias del departamento del Interior, pero poco después el portavoz de la Presidencia ingush, Kalói Ajílgov, precisó que el ataque había sido perpetrado por un terrorista suicida.

"Estalló una (furgoneta) Gazel cargada con explosivos" dijo a la agencia Interfax Ajílgov, quien agregó que el vehículo bomba conducido por el kamikaze derribó el portón de acceso al recinto y, una vez dentro, activó su carga letal.

Según las estimaciones preliminares de los artificieros, la explosión, que provocó un incendio en el edificio, fue de una potencia equivalente a la de entre 500 y 1.000 kilogramos de trilita. La violencia de la explosión hizo saltar los cristales de las ventanas de todos los edificios en un radio de 500 metros y destruyó cerca de treinta automóviles.

"Según los últimos datos, murieron 20 personas. Seis de ellas han sido identificas. Son todos funcionarios de la policía", dijo a Interfax Svetlana Gorbakova, portavoz del Comité de Investigación de la Fiscalía General.

Una cabeza, presuntamente la del terrorista suicida, fue hallada a cincuenta metros del epicentro de la explosión, dijeron fuentes policiales, citadas por el periódico digital Newsru.com. Los heridos -cerca de 60, según los últimos datos, entre los cuales hay once niños- fueron trasladados al Hospital Clínico de Ingushetia, cuyos responsables se vieron en la necesidad de enviar a sus domicilios a los pacientes menos graves a fin de liberar camas para las víctimas del atentado.

Este es el segundo ataque suicida en menos de dos meses en Ingushetia: el 22 de junio pasado otro terrorista suicida detonó un coche bomba al paso de la comitiva del presidente ingush, Yunus-bek Yevkúrov, quien resultó gravemente herido.

El presidente ingush, que reasumió sus funciones la semana pasada, ordenó redoblar las medidas de seguridad en todas los recintos y dependencias policiales de la república. Yevkúrov responsabilizó del atentado terrorista a la guerrilla islamista, que -dijo- perpetró el atentado "para darse importancia y crear pánico entre la población".

"Es muy probable que se requieran medidas adicionales y no excluyo la posibilidad de que (en Ingushetia) se implante el régimen de operación antiterrorista", dijo en Moscú el vicepresidente del comité de Seguridad de la Duma o Cámara de Diputados de Rusia, Mijaíl Grishankov. Según el legislador, ese régimen, que supone la suspensión de algunos derechos ciudadanos, puede ser establecido por decisión del Comité Nacional Antiterrorista.

Los últimos atentados, añadió Grishenkov, "muestran que hay fuerzas suficientemente poderosas que están interesadas en la desestabilización del Cáucaso y, en particular, de Ingushetia".

El miércoles de la semana pasada, el ministro de Construcción de Ingushetia, Ruslán Amirjánov, fue asesinado a tiros en su propio despacho.

El primer ministro ingush, Rashid Gaisánov, declaró tres días de duelo en todo el territorio de la república en memoria de las víctimas del atentado. Desde la vecina Chechenia, el presidente de esa república rusa, Ramzán Kadírov, ofreció "todo tipo de ayuda" a Ingushetia y subrayó la necesidad de "acabar con los restos de la bandas armadas que actúan en el Cáucaso". "Tenemos un enemigo y una tarea común, que es neutralizarlo", enfatizó Kadírov, en una declaración pública difundida por su oficina de prensa.

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, envío sus condolencias a los familiares de las víctimas y encargó a su ministro del Interior, Rashid Nurgalíev, adoptar medidas adicionales para fortalecer las estructura policiales en Ingushetia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios