DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Cultura

Música en vivo para los malos tiempos

Blanca Durán García

Como no todo va a ser malo en un año de crisis como 2011, la música en directo ha sido una de las pocas cosas que se ha podido mantener con la cabeza bien alta en Andalucía. Sting, Jamiroquai, Jamie Cullum o Tom Jones fueron algunos de los nombres propios de un año muy intenso que tuvo que hacer frente a recortes importantes de presupuesto en varios de sus festivales y que debió recuperarse -como pudo- de polémicas legislaciones municipales que han acabado con la prohibición de actuaciones en vivo en muchos pequeños locales donde comenzaron a tocar grupos que hoy ya son grandes.

Si Málaga parece haberse posicionado definitivamente como capital para las grandes citas en España de los artistas internacionales, a Sevilla y Granada les toca ahora ser las referencias de la llamada música indie o alternativa, y así acapararon las actuaciones más exclusivas que se pudieron ver en el Sur. Festivales como el Creamfields de Almería o la Monkey Week del Puerto de Santa María se afianzaron definitivamente en un 2011 en el que Córdoba demostró que en una guitarra caben los sonidos más dispares, Cazorla vibró con grandes del blues y Huelva formó parte del circuito de giras nacionales de los músicos que el año pasado estrenaron disco.

Sting protagonizó en la Plaza de Toros de Granada uno de los conciertos del año rescatando los grandes éxitos de su carrera acompañado por la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), que brindó la oportunidad de escuchar temas como Every breaht you take o Roxanne con exquisitos arreglos sinfónicos. Un mes de agosto en Málaga a ritmo de Jamiroquai, Jamie Cullum y Tom Jones reunió a un público de todas las provincias que se volcó de lleno en arropar las únicas paradas en el Sur de importantes giras internacionales a las que también se sumaron Ricky Martin, Maná y Juanes. Aunque más limitados por temas financieros que en anteriores años -algunos, incluso, como el Play Music de Almería, se tuvieron que cancelar apenas unas semanas antes de su celebración- los festivales fueron grandes culpables de acercar nombres destacados de la música internacional a Andalucía. The Chemical Brothers volvieron a ser la apuesta más certera para el encuentro favorito de la electrónica en El Ejido, The Divine Comedy se hizo un poco más grande en el Territorios de Sevilla y Neneh Cherry compitió mano a mano con Herman Dune por coronarse como la favorita de la Monkey Week mientras que las guitarras de Vicente Amigo y Andrés Calamaro se echaban un pulso en Córdoba.

De la voz prodigiosa de la soprano Barbara Hendricks a un viejo rockero como Alan Parsons. Favoritos de la escena indie como Nada Surf, The Wave Pictures, Alice Rusell o Kitty, Daisy y Lewis y apuestas seguras del rock nacional como Josele Santiago, M-Clan, Fangoria o Loquillo. Llenos a rebosar como Vetusta Morla y Amaral y algunos que se quedaron en el camino porque no habían vendido ni una sola entrada anticipada. Clásicos como Raphael que siguen ofreciendo escándalos en el escenario y otros, y va por Miguel Ríos, que decidieron despedirse del todo de ellos aunque nadie les crea. La música en Andalucía fue impredecible y, como muestra, Pablo Alborán, el joven cantautor malagueño que pasó de promover su música a través de las redes sociales a convertir su álbum de debut en el gran fenómeno de este país, con más de 120.000 copias vendidas.

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