La Agrupación Álvarez Quintero regresa desde hoy hasta el domingo al Lope de Vega con El nido, una comedia con la que esta formación que lleva en activo desde 1945 -uno de los fundadores, Juan Calvo, asistió ayer a la presentación de la obra- reivindica la vigencia del legado de los autores que dan nombre al grupo, "plagiados por los guionistas que meten muchas de sus situaciones en las series". La historia de dos padres viudos que deciden montar un nido de amor para sus hijos y muestran el inmueble a un abanico variopinto de personajes fue escrita en 1901, pero para Manolo Gómez Kaky, que dirige el espectáculo, ofrece lecturas para "la situación socioeconómica" y "los modelos de crisis" de la actualidad.

"Es una comedia tan real como la vida", asegura el actor Javier Luque, que interpreta a uno de los hijos jóvenes y que asegura que "tocaba tiempo de comedia. Después de Febrerillo loco, que era un melodrama, queríamos darle al público algo de los Álvarez Quintero que no les sonara y ofrecerle risas".

Aunque sus autores crearon El nido "cuando no llegaban a los 30 años", en esta obra se encuentra ya su carpintería dramática, "empiezan a esbozar géneros que desarrollarían más tarde", analiza Gómez Kaky, que "como Hitchcock hacía en sus películas" se reserva una aparición en escena. El director defiende con orgullo que "desde 1945 la agrupación no ha recibido ni una peseta de subvención, lo que tenemos es la fidelidad de los espectadores", que saben que "con nosotros van a beber cerveza, no les vamos a dar otra cosa".