La dramática situación que vive la Sinfónica no es una excepción en un panorama donde referentes de la gran cultura sevillana como el monasterio de San Isidoro del Campo -reciente aún el robo de un panel de azulejos-, Itálica y los museos Arqueológico y de Bellas Artes languidecen por la falta de presupuesto y el desinterés institucional. Sin embargo, el agujero negro de la ROSS pone especialmente de manifiesto la desigualdad que se está dando entre el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura en la protección de las joyas culturales de la ciudad y evidencia que no hay en este momento un proyecto autonómico para una orquesta de estas características.

Esta situación contrasta con lo que ocurre en otras comunidades como el País Vasco, un ejemplo que ayer trajeron al primer plano los representantes del comité de orquesta de la ROSS. "La Sinfónica es la tarjeta de visita de Sevilla y de Andalucía y por tanto debería de ser destinada a hacer giras por el mundo y no limitarse a los conciertos de abono. Orquestas como la de Euskadi hacen giras anuales para vender la imagen cultural de su comunidad por el mundo y atraer turismo", destacó Juan Carlos Pérez Calleja en la sede de Comisiones Obreras (CCOO).

Horas después del llamamiento de dicho sindicato y de la plantilla orquestal al alcalde de Sevilla para intervenir en el problema de la ROSS, el delegado municipal de Cultura, Antonio Muñoz, anunció en un comunicado la convocatoria de una Junta General de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla que se celebrará antes de que finalice el año, con presencia de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento, "con el objetivo de definir la estrategia de actuación para el próximo ejercicio 2017 y las medidas que se deben adoptar en relación con la situación económica de la empresa".

Muñoz manifestó "el apoyo y compromiso firme" que el Gobierno local "mantiene y mantendrá en el futuro" con la ROSS, a la que calificó como "un activo cultural fundamental para la ciudad". Además, indicó que para el próximo mes de enero está prevista la incorporación de tres profesionales que cubrirán tres plazas vacantes, en este caso, dos violas y un trompeta, cuyos procesos de selección se han desarrollado en las últimas semanas.