TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Crítica de Teatro

Belén Lario, señora en Itálica

Juan Dolores Caballero conoce muy bien a Arístófanes: hace tres años presentó Las ranas en el Festival de Mérída y Los caballeros en la pasada programación de los Teatros Romanos de Andalucía.

Casa bien el humor satírico, muchas veces golfo y escatológico del autor griego, con el mundo de este director que ha creado un imaginario donde la fealdad y la deformación forman parte esencial de su estética. Como en las anteriores ocasiones se ha mantenido bastante fiel al original por mucho que la evolución del feminismo actual dicte años luz de esta pequeña revuelta encabezada por las mujeres de Atenas que celebran un conciliábulo que persigue la muerte del escritor Eurípides para castigar la misoginia que demuestra en sus escritos. Estamos, por tanto, ante una comedia de enredos, con hombres que se hacen pasar por mujeres y llena de chanzas y pullas tanto hacia lo femenino como hacia el escritor al que se enjuicia. Un elenco amplio del que sobresale Belén Lario, señora de la escena, en su doble papel de hombre/mujer haciendo gala de una predisposición para la comedia que salvó no pocos momentos de la función.

Pero, con todo, y a pesar del éxito y el aplauso del público con el que fue acogida la obra la noche del miércoles en el Teatro de Itálica, tuve la impresión de asistir más a un working progress que a un estreno en toda regla. Sólo la Lario parecía estar a la altura de las piedras de Itálica, y aunque la actualización de Dolores Caballero acerca de manera muy natural el texto antiguo a nuestra época resulta repetitivo en muchas ocasiones. Estoy seguro de que la obra crecerá con el tiempo y el sello de El Chino se impondrá.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios