Las salas temporales del Bellas Artes comenzaban ayer a ser desprovistas de los que han sido sus nobles inquilinos en los últimos tres meses: las 40 obras del patrimonio de los Alba, un total de 37 pinturas y tres esculturas talladas por Benlliure. Y, por parte de los promotores, ayer fue el día de hacer balance de una muestra llamada desde el principio a batir récords: la exposición Colección Casa de Alba ha registrado 155.000 visitantes, una cifra que, según Antonio Álvarez, director de la pinacoteca hispalense, supone "prácticamente la mitad del público de 2009", que fue de 310.000 personas.

Un dato que "rompe tópicos", en palabras de Fernando Vega, director de la Obra Social y Fundación Casjasol, ya que esta muestra ha logrado "aunar los altos niveles de calidad con la masiva afluencia de visitantes". Asimismo, Vega señaló que "para muchos andaluces, ésta ha sido la primera vez que visitaban un museo", por lo que confió en que a raíz de esta experiencia se conviertan en "visitantes asiduos". Además, entre los logros de la muestra comisariada por Valme Muñoz e Ignacio Hermoso, figura la amplia aceptación del catálogo, por lo que se ha tenido que realizar una reedición.

Este éxito global ha sido posible, en primer lugar, "gracias a la generosidad" que ha demostrado la duquesa al prestar "desinteresadamente" estas 40 piezas, según explicó Bernardo Bueno, abierto a "futuras colaboraciones" con la Casa de Alba, aunque, "de momento, hay que olvidarse y tomarse un respiro aunque sin perderla de vista". Asimismo, el delegado provincial de Cultura recordó que fue doña Cayetana la encargada de elegir personalmente las obras de la muestra y que "su intención primera" era ceder "el doble de piezas", pero las limitaciones del recinto desaconsejaron ampliar la nómina de cuadros. Precisamente sobre la deseada ampliación del Bellas Artes, Bueno resaltó que el anuncio por parte del Gobierno del concurso de las obras, que anunció la ministra de Cultura en su última visita a Sevillla, "está al caer".

Mientras, los esfuerzos se encaminan a los preparativos de El joven Murillo, una colección que tras recalar en Bilbao llegará a Sevilla el próximo 20 de febrero. Integrada por piezas universales del maestro sevillano repartidas por el mundo, caso de El joven mendigo del Louvre, supone una "itinerancia de seis meses" de estas grandes obras, algo que sucede "muy raramente", según Álvarez, un hecho que demuestra que "grandes museos internacionales han confiado en nosotros" y que "el Bellas Artes es ya reconocido internacionalmente".