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DERBI Joaquín lo apuesta todo al verde en el derbi

Fahmi Alqhai. Director del festival de música antigua de sevilla.

"Clausurar el Femás con el mejor Bach posible es un sueño cumplido"

  • El violagambista sevillano celebra que la 'Pasión según San Mateo' con Herreweghe y Collegium Vocale esté vendiendo las entradas a buen ritmo en el Maestranza.

Fahmi Alqhai (Sevilla, 1976), nacido en el seno de una familia de médicos, de padre sirio y madre palestina, se licenció con brillantez en Odontología en la Universidad de Sevilla para poder dedicarse por completo a la música -que había comenzado a estudiar de forma autodidacta- sin traicionar las expectativas familiares. Alumno de grandes violagambistas, como Ventura Rico en Sevilla, Paolo Pandolfo en Basilea y Vittorio Ghielmi en Lugano, Alqhai es uno de los intérpretes españoles más requeridos internacionalmente, como solista y a los mandos de su grupo Accademia del Piacere. Desde 2009 dirige el Festival de Música Antigua de Sevilla (Femás), cuya nueva edición arranca el próximo viernes 17 en la parroquia de la Magdalena con Concerto Italiano dirigido por Rinaldo Alessandrini.

-Esta edición, dedicada a Claudio Monteverdi en conmemoración de su 450 aniversario, se abre con una de sus obras sacras más aclamadas, las Vísperas de la beata Virgen. ¿No hubiera sido el Maestranza el escenario ideal para este hito cultural?

-Con el presupuesto actual de que dispone el Femás, muy similar al de anteriores ediciones, en torno a 300.000 euros, no podemos sufragar dos días en el Maestranza porque tenemos que alquilar el teatro. Con todo, creo que la Magdalena es el espacio idóneo para disfrutar de esta música de Monteverdi, que originalmente se oía en los templos. Es un lujo poder inaugurar con Concerto Italiano dirigido por su fundador, Rinaldo Alessandrini, el gran redescubridor del compositor de Cremona en los últimos 30 años. Los cantantes que traerán son magníficos y la respuesta del público ha sido entusiasta. Prácticamente las entradas están ya agotadas. Además, estoy seguro de que el año que viene el Femás tendrá mayor presencia en el Maestranza, el gran teatro musical de Sevilla. Las conversaciones son ahora muy fluidas y no descarto celebrar dos programas allí en 2018.

-Aunque este Femás destaca a Monteverdi, sigue siendo fiel a la música de Johann Sebastian Bach, cuya presencia se limita con respecto a otras ediciones.

-El ciclo Bach se ha acortado este año porque el compositor alemán estará muy presente en la clausura -el 8 de abril en el Maestranza- con su Pasión según San Mateo, que llevamos años queriendo programar. Es un sueño cumplido porque reunimos al grupo de referencia (Collegium Vocale Gent), el director de referencia (Philippe Herreweghe) y la obra de referencia para los amantes de la música histórica. Hay que ponerse las pilas: quedan ya pocas entradas disponibles. Con respecto al tradicional Día Bach, aunque limitado a dos citas, es exquisito. Sabemos del excepcional talento de Mercedes Ruiz, que abrirá el primer domingo en Santa Clara con suites de violonchelo y agotó muy pronto todas las entradas. Pero no hay que perderse por la tarde a Lorenzo Ghielmi, referente internacional en la interpretación de la música para tecla de Bach y un director de primera. Le hemos dado carta blanca y ha optado por ilustrar los estilos nacionales a través de obras como el Concerto Italiano y la Partita nº 4.

-¿Qué destacaría de los dos programas que el Femás coproduce con el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM)?

-Acadèmia 1750 es uno de los conjuntos españoles de mayor proyección internacional y en su programa En honor a Santa Bárbara recuperan para los tiempos modernos un oratorio de José Lidón cuyo estreno absoluto será en Sevilla el jueves 23 (al día siguiente se presentará en el Auditorio Nacional). Aarón Zapico está al frente del conjunto y de un elenco vocal de primera con Eugenia Boix, Carlos Mena, Marta Infante y Víctor Cruz. Es un programa caro, con muchos intérpretes en escena, y me enorgullece que el Femás contribuya con el CNDM a hacerlo posible. En la otra coproducción, La Real Cámara rescata a un violinista sevillano del siglo XVII, Francisco José de Castro, al que apodaban el Corelli español. Era importante que el festival participara en la recuperación de un compositor de la ciudad y en cuanto Emilio Moreno nos lo propuso, nos sumamos sin dudarlo.

-En el catálogo que editó el CNDM con su programación se decía que La Real Cámara actuaría el día 29 de marzo en la iglesia de San Luis de los Franceses. Finalmente lo hará en Santa Clara. En ese espacio el 1 de abril estará otra gran formación, La Galanía con Raquel Andueza. El aforo es muy pequeño y ya han agotado las entradas. ¿No pudieron programarlos en un recinto mayor?

-Desde la dirección artística del Femás estábamos muy ilusionados con la incorporación este año de la iglesia de San Luis, que tiene un aforo mayor que el de Santa Clara, y del Alcázar. Pero por decisiones y motivos políticos finalmente no ha sido posible. El programa con el que regresa a Sevilla Raquel Andueza es muy interesante porque nos muestra, en pequeño formato, a ese Monteverdi profano donde resuenan los aires teatrales. Su música teatral más grande, incluido algún pasaje de Orfeo, será la que aborde Capella Mediterranea el sábado 25 en el Espacio Turina. Monteverdi también estará presente en la iglesia de San Alberto el domingo 2 de abril: por la mañana Jeu d'harmonie ilustrará sus contactos con la música italiana y, por la tarde, Los Afectos Diversos mostrará su influencia en el ámbito protestante, que alcanza a la música de Schutz.

-Otro de los grandes atractivos son las dos veladas de violín y fortepiano, donde la programación aborda la música del clasicismo y mira a Viena y a Salzburgo.

-Quise poner el foco en el trabajo de grandes violinistas que, como ocurre con Midori Seiler y Rachel Podger, están trabajando la música para violín y piano que compusieron Mozart o Beethoven. Seiler actúa el domingo 26 con Andreas Staier, un genio al que hace tiempo que no escuchamos en Sevilla. A Podger la acompañará al fortepiano el jueves 30 el surafricano Kristian Bezuidenhout, referente hoy de la interpretación mozartiana. Aunque fuera de este miniciclo, destacaría también a Sophie Gent, otra representante -como la francesa Amandine Beyer, a la que acabamos de ver con la Orquesta Barroca de Sevilla- de esa hornada de mujeres violinistas de gran talento, carisma y expresividad que está triunfando en el mundo. Gent actuará el 7 de abril con el Ensemble Masques en un programa dedicado al teatro musical de Telemann.

-El conjunto Bach Accademia se creó hace apenas año y medio y los ha programado en una de las sedes más codiciadas, la Catedral de Sevilla, donde conmemorarán el 5 de abril el IV Centenario de Alonso Lobo. ¿Es ésta una apuesta de futuro?

-Sí. Los dirige Nacho Rodríguez, al que veremos tres días antes al frente de su grupo Los Afectos Diversos. El Femás le dio a Bach Accademia la oportunidad de participar en un proyecto de recuperación del himnario de Lobo en la Catedral de Sevilla que arrancó con el rescate y transcripción de las partituras por Herminio González Barrionuevo e Israel Sánchez. El objetivo final del festival es editarlas. El programa es muy emocionante porque Alonso Lobo está enterrado en la Catedral de Sevilla y murió justo el día en que celebraremos ese concierto.

-Su grupo, Accademia del Piacere, se prodiga mucho más en el extranjero que en Sevilla. ¿En qué consiste Muera Cupido' la propuesta que presentan el primer sábado del festival?

-Es un programa junto a la soprano tarraconense Nuria Rial que estrenamos el pasado noviembre en el Auditorio Nacional por encargo del CNDM. Rial es una de las sopranos españolas más importantes y este programa es principalmente un homenaje a Sebastián Durón, maestro de la Capilla Real española y organista de la Catedral de Sevilla, que vamos a grabar antes de que comience el tramo internacional de la gira. Cuando acepté dirigir el Femás una de las condiciones que pacté con los políticos fue que en cada edición, si encajaba, pudiera presentar un proyecto importante del grupo porque es la única oportunidad de que Accademia del Piacere se escuche en su ciudad.

-Más difícil resulta escuchar a Fahmi Alqhai en solitario en Sevilla. ¿Cuándo presentará aquí su último registro, ese Álbum Bach editado por Glossa donde transcribe para viola da gamba obras maestras del repertorio solístico del compositor? ¿Le ha sorprendido su éxito entre la crítica?

-Bach parece que eleva siempre a un artista y su carrera. Este trabajo es un proyecto de corte clásico, lo que se sale de la norma es haber tocado esas composiciones, como la chacona de la Segunda partita para violín, con la viola da gamba. El repertorio para viola es limitado y ya hay cientos de grabaciones de Marin Marais; sinceramente, no me apetecía abordar lo que ya han hecho los grandes tótems como Savall, Pandolfo, Ghielmi y demás maestros, sino buscar mi propio camino. Y Marais tampoco es un compositor que exija tantos años de estudio como Bach. Haber hecho los arreglos de la chacona o de la Segunda sonata para violín de Bach sí que ha puesto la atención en este trabajo y mucha gente ha contactado conmigo interesándose por su presentación. Finalmente ya tengo una fecha, pero no es en Sevilla, donde espero poder interpretar algún día este Álbum.

-¿En qué nuevos proyectos musicales anda inmerso ahora?

-Amplío constantemente el repertorio para viola da gamba y una de las grandes vías que trabajo no es la interpretación de lo que ya está escrito sino la de la creación, como hacían los violagambistas de los siglos XVII y XVIII: trabajar el historicismo no sólo desde el punto de vista de cómo interpretaban esas partituras sino de cómo creaban, pues había muchos músicos que recomponían las piezas. Esa labor historicista la asumo con mi grupo y luego está mi apuesta personal por ampliar el repertorio en trabajos como el que presenté con la cantaora Rocío Márquez en la Bienal de Flamenco, que vamos a grabar a finales de mayo. También continuamos con Arcángel la gira de Las idas y las vueltas y hemos incluido más piezas espirituales y sacras al proyecto, que me gustaría ampliar, pero habrá que esperar porque necesito respirar tras tantos trabajos nuevos que exigieron mucha implicación y muchas horas de estudio, como el Álbum Bach, que acabé en diciembre. Sin embargo, se nos ha cruzado la oportunidad de trabajar con la cantante tunecina Ghalia Benali, que es también una gran improvisadora, y le pondremos fecha de estreno en breve. La verdad es que yo quería estar sin tantos compromisos hasta principios de septiembre pero esto es algo maravilloso que hay que abordar ya.

-Supongo que se refiere a la dedicación que le va a exigir el calendario musical del Año Murillo, para el que el Ayuntamiento ha anunciado que cuenta con usted.

-El Ayuntamiento tiene la intención de que sea el comisario del apartado musical del Año Murillo pero todavía no hay nada firmado ni números definidos. De lo que sí me he encargado ya es de concertar con Jordi Savall su presencia en el concierto inaugural, que será el 28 de noviembre en el Maestranza. La idea es que el próximo Femás tenga una línea dedicada a la música en tiempos de Murillo y que, además, se organicen dos ciclos: un recorrido musical por iglesias vinculadas a la obra del pintor, como Santa María la Blanca, y un ciclo muy ambicioso que ocupará en diciembre del año próximo el Espacio Turina.

-No parece muy realista dedicar el Femás de 2018 íntegramente a la música de la época de Murillo.

-A priori, la música sevillana del siglo XVII no es la mejor, comparada con la que compusieron en el siglo anterior los grandes maestros como Cristóbal de Morales y Francisco Guerrero. Por mucho que le duela a los musicólogos, la música de la época de Murillo -Sebastián de Vivanco, Alonso Xuárez, Sebastián Durón...- es menor. Sevilla pasó muchas vicisitudes en aquella época y, aunque hay mucho trabajo hecho ya con los archivos de la Catedral, tampoco es descartable que aparezca algún libro perdido en una casa señorial.

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