Cultura

David Trueba: "No calculo nunca muy bien el grado de melancolía"

  • El cineasta propone en 'Casi 40' una comedia romántica sobre personajes que buscan su camino tras muchas renuncias

El director David  Trueba, en la presentación de 'Casi 40', junto a los actores Fernando Ramallo y Lucía Jiménez.

El director David Trueba, en la presentación de 'Casi 40', junto a los actores Fernando Ramallo y Lucía Jiménez. / Ana Belén Fernández

Las inquietudes de llegar a la cuarentena se mezclan con la reivindicación de la vida más allá de las grandes ciudades, las pequeñas cosas que dan la felicidad y una crítica a la vida basada en el éxito en Casi 40, la nueva película de David Trueba. "Es un desafío a las puertas que se te cierran", afirmó el director.

La trama reúne a dos amigos de juventud, interpretados por Lucía Jiménez y Fernando Ramallo, en un viaje propiciado por la intención del chico de relanzar la carrera musical de quien fue su amor en la adolescencia. Así, la película muestra situaciones con las que la generación cercana a los 40 años se sentirá identificada. "No calculo nunca muy bien el grado de melancolía", bromeó ayer Trueba en la rueda de prensa de presentación de la cinta, que compite en la Sección Oficial del Festival de Málaga.

Uno de esos aspectos reconocibles se aprecia en el personaje de Ramallo, que sobrevive vendiendo productos cosméticos. "Vivimos en un tiempo en el que las apariencias importan más que las verdades, y el transmitir la idea de felicidad es más fundamental para las personas que intentar, de alguna manera, tener una vida plena", lamentó el actor. "Eso, yo creo, genera una cierta ansiedad, una cierta frustación en la gente", continuó. "Hay un esfuerzo tan desmedido de transmitir una imagen feliz que alguien que lo pasa mal se siente un aguafiestas", afirmó, al tiempo que calificó esto como un "síntoma del triunfo de la superficialidad".

"Yo soy director de Casi 40, pero director de casi 50", bromeó Trueba. "Me da la sensación de que esas generaciones que vienen detrás tienen que sacudirse de alguna manera ese peso", señaló al respecto el realizador, guionista y escritor. "Si no, cometerán el error de estar viviendo una especie de ficción; y la ficción siempre genera una gran angustia cuando se cae", añadió Trueba, que se reencuentra con los actores de su ópera prima, La buena vida, 22 años después de aquel proyecto.

La cinta habla de perdedores y de gente que sobrelleva con dignidad los reveses y quiere vivir de su profesión sin ansias de grandeza, "los cantantes que no tienen éxito, los cineastas que no quieren competir para que su película sea la más taquillera; la gente que quiere hacer su trabajo honestamente", explicó. Trueba anunció que la película, que se ha realizado "libremente", se estrenará el próximo 29 de junio, "en mitad del Mundial, para quien no le guste el fútbol", bromeó.

Hoy se conocerá el palmarés de esta edición del festival, pero ayer los miembros de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España acreditados en Málaga eligieron como mejor película de la sección oficial a Benzinho, de Gustavo Pizzi, una producción conjunta de Brasil y Uruguay que coescriben Pizzi y la actriz principal Karine Teles. Se trata de un emotivo retrato familiar que cuenta "la historia de una mujer rodeada de hombres que la cuidan", según explicó su productora, Agustina Chiarino.

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