LISA MCINERNEY. escritorA

"Edna O'Brien ha sido una pionera que ha abierto numerosas puertas"

  • El próximo otoño llega a España 'Los milagros de la sangre', la continuación de su exitoso debut 'Los pecados gloriosos', con el que esta joven ha conmocionado a la Irlanda biempensante

Lisa McInerney, en Sevilla.

Lisa McInerney, en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Lisa McInerney (Galway, 1981) es el rostro más visible de la internacionalización que ha asumido la Feria del Libro de Sevilla al contar por primera vez con un país invitado: Irlanda. La narradora, que saltó a la fama con un deslenguado blog sobre la clase trabajadora del sur del país, protagonizó con Los pecados gloriosos, una historia de inadaptados ambientada en Cork, el debut literario más celebrado en su país en los últimos tiempos. En otoño Alianza de Novelas editará la segunda parte, Los milagros de la sangre, con traducción de Javier Calvo.

-¿Qué le debe la literatura irlandesa actual a Edna O'Brien, autora a la que la Feria del Libro de Sevilla rendirá tributo mañana?

-Edna O'Brien ha sido muy importante para las mujeres que escriben actualmente en Irlanda, para nuestro contexto. La autora de Las chicas de campo se enfrentó a la tradición y a los poderes establecidos, sus libros fueron prohibidos y declarados escandalosos. Enfadó a la Iglesia por decir las cosas como son, por abordar nuestros problemas sin tapujos, sin velos. Ha sido una pionera y no creo que haya habido una autora más influyente y que haya abierto tantas puertas a las que venimos detrás. Aunque tampoco los escritores que abogaron antes que ella por el modernismo y por la experimentación formal tuvieron éxito en mi país: se enfrentaron a los poderes fácticos y, basta pensar en Beckett y Joyce, tuvieron que exiliarse.

-¿Sigue siendo necesario que los autores irlandeses se marchen a Londres o publiquen allí para desarrollar su carrera?

-Muchos escritores irlandeses publican en Londres porque muchos sellos tienen allí sus oficinas; la sede de mi editorial, de hecho, está en Londres. Sin embargo, en la última década en Irlanda han debutado varios sellos independientes, como por ejemplo The Stinging Fly Press, que comenzó su andadura en 2006 y ha descubierto a autores tan interesantes como Kevin Barry y Colin Barret, además de reeditar los cuentos y ensayos de Maeve Brennan, una autora irlandesa imprescindible que hizo carrera en The New Yorker. También resulta ejemplar la editorial Tramp Press, creada en 2014 en Dublín por dos mujeres, Sarah Davis-Goff and Lisa Coen, que descubrieron el talento de Sara Baume y triunfaron con Mike McCormack y Los huesos solares (Solar Bones), novela ganadora del Goldsmiths. No se puede decir que hayamos dejado de ir a Londres a publicar pero ahora al fin se confía en las editoriales irlandesas y hay opciones magníficas de publicar y hacer carrera desde nuestro país.

-¿Cómo piensa que afectará el Brexit a ese despegue del sector editorial irlandés?

-El Brexit es algo terrorífico y nadie sabe qué va a pasar ni qué cosas van a cambiar, tampoco en el terreno editorial. Pero sí detectamos una urgencia de los editores irlandeses por que sus autores sean candidatos elegibles a los premios británicos. Este año, por ejemplo, se ha eliminado una anomalía según la cual los libros publicados en Irlanda no podían optar al prestigioso Man Booker Prize. Ha tenido bastante que ver el hecho de que un fenómeno internacional como Los huesos solares de McCormack tuviera que editarse en un sello escocés para poder ser elegido finalista el año pasado.

-¿Qué supone representar a su país en esta Feria del Libro? ¿Sobre qué géneros literarios quiere llamar la atención?

- Está siendo una experiencia maravillosa, es un gran honor ser embajadora de las letras irlandesas en este programa coordinado por Antonio Rivero Taravillo. Yo practico la ficción literaria pero son muchos los géneros que viven un momento dorado en Irlanda, como el policíaco, con autores de novela negra que triunfan en todo el mundo como Liz Nugent, Arlene Hunt y, por supuesto, John Banville con su alter ego Benjamin Black. También es muy llamativo el triunfo de Louise O'Neill dentro de la literatura juvenil… Es muy saludable que todos los géneros estén representados con tanta calidad en la literatura irlandesa actual.

-En Los pecados gloriosos, su única obra publicada en español, tienen un gran peso el sexo, la religión y la crisis económica.

-Creo que es muy difícil escribir literatura en Irlanda sin hacerte eco de esas cuestiones, que forman parte de un debate muy apasionado en nuestro país. Irlanda se está redefiniendo a una enorme velocidad. Hemos pasado de ser un país anticuado y pasado de moda a una potencia económica en los años 90 y luego, a partir de 2008, sobrevino una crisis financiera brutal. Creo que todos los escritores irlandeses nos preguntamos constantemente quiénes somos y cuál es hoy nuestra identidad nacional. En mi caso, con Los pecados gloriosos quise iniciar una trilogía ubicada en Cork protagonizada por los mismos personajes, cinco habitantes de los márgenes de la sociedad que se ven envueltos en un inesperado asesinato. En la segunda parte, Los milagros de la sangre, la trama se centra en el personaje más joven, Bryan, un traficante de drogas que intenta buscar la redención a través de la música.

-El debate sobre el aborto, presente en la literatura de Edna O'Brien, sigue candente hoy.

-El 25 de mayo Irlanda celebrará un nuevo referéndum para decidir si se flexibiliza o no la ley del aborto y no estoy segura del resultado. La octava enmienda de la Constitución, que se aprobó en 1983, consagra el derecho a la vida tanto de la madre como del no nacido. Muchas mujeres siguen teniendo que ir a Londres a abortar y sigue habiendo mucha oposición interna. No soy optimista sobre el referéndum porque ha habido una gran campaña en contra de los sectores más tradicionales, que han movilizado muchos fondos.

-¿Ha confirmado Los pecados gloriosos que hay escenarios urbanos para la literatura irlandesa más allá de Dublín?

-Tenemos un chiste nacional según el cual las novelas irlandesas sólo pueden transcurrir en Dublín o en el campo. No entiendo a quienes ven como un revés que mis libros se ambienten en Cork. Los acentos, coloquialismos, dialectos y matices, que son tan interesantes para un escritor, se pierden si sólo ponemos el foco en Dublín.

-¿Sigue escribiendo ensayos?

-La mayoría de mi trabajo lo ocupa ahora la escritura de novelas y guiones aunque excepcionalmente hago ensayos pero me estaban encasillando en temas marxistas y considero que lo he dicho ya todo sobre la lucha de clases.

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