Cultura

Fallece el guitarrista Vicente el Granaíno a los 89 años

  • Grabó más de cien títulos y fue, como artista y maestro, una institución jonda en su ciudad natal.

El guitarrista Vicente el Granaíno, en una imagen de finales de 2010.

El guitarrista Vicente el Granaíno, en una imagen de finales de 2010.

Vicente el Granaíno era el nombre artístico de Vicente Fernández Maldonado, nacido en Granada en 1927, guitarrista jondo fallecido el domingo en su ciudad natal. El tocaor acompañó a artistas como Antonio Mairena o Canalejas de Puerto Real, para el que firmó su mítico disco Así es Andalucía la Baja. En los años 60 fue uno de los guitarristas habituales de la discográfica Belter, por lo que llegó a grabar con la nueva generación cantaora del momento, artistas como Manuel Gerena o Paco Taranto.

Invidente de nacimiento, el artista se formó musicalmente en el colegio de ciegos de su ciudad natal. Formó el Trío Granada de pulso y púa, con el que hizo extensas giras y algunas grabaciones. En esta formación tocaba la bandurria pero pronto se pasó a la guitarra flamenca para secundar en los años 60 y 70 a artistas como la Niña de la Puebla, Pepe Marchena, Juanito Maravillas, Pepe el Culata o la joven Rocío Jurado en sus inicios flamencos, además de los cantaores citados arriba. Participó en los incipientes festivales flamencos de Andalucía y España. Grabó los últimos fandangos de Pepe Marchena además de con Alfredo Arrebola, Antonio Ranchal, Antonio de Canillas, Perlita de Huelva, Los Paquiros, Pepe el Culata, Manuel Gerena, Paco Taranto o Canalejas de Puerto Real.

También tiene un buen ramillete de grabaciones como solista, la última de ellas Cuatro instrumentos y un intérprete (1994). Su discografía -como solista o acompañante- supera el centenar de títulos. Mediados los años 60 realizó extensas giras por toda América. En el Club Los Leones de Nueva York tocó ante el entonces presidente Einsenhower, que le regaló un perro guía. En su última etapa se dedicó a la enseñanza. Granada le otorgó la Medalla de Plata al Mérito de la Ciudad en 2010. Su toque era contundente y pulcro, melódicamente muy rico, de amplios recursos y con reminiscencias de guitarrista clásico.

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