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Cultura

La Fundación Cajasol adquirió en la subasta de AIG el 'Calvario' y la obra de Andrés Cortés

  • 'Gloria de cuatro ángeles volanderos', la pieza de Murillo que partía como estrella de la puja, se quedó sin comprador.

Aunque la subasta de primavera de Arte, Información y Gestión (AIG) registró "animación" y en el salón de actos del Centro Cultural Cajasol se sucedieron las pujas, los resultados "siguieron la línea de las dos últimas subastas y se notó que estamos en una situación económica difícil", hizo balance ayer la directora de AIG, Carmen Aranguren, quien calculó unas ventas totales en torno a los 280.000 euros y el 32% de los lotes del catálogo. La pieza estrella de la colección, el lienzo Gloria de cuatro ángeles volanderos de Murillo, no consiguió comprador aunque sí se adjudicaron otras dos obras destacadas, el Calvario pintado por Pedro de Campaña, que se vendió por el precio con el que salía al público, 42.000 euros; y la composición inédita Vista de las afueras de Sevilla, de Andrés Cortés, que también corrió la misma suerte y se remató por la cantidad por la que se ofrecía inicialmente, 28.000 euros. Ambas obras fueron adquiridas, según se ha revelado hoy, por la Fundación Cajasol.

Aunque el murillo había levantado expectación en los días previos a la puja, en los que estuvo expuesto junto al resto de obras de la subasta, la crisis no permitió finalmente que este óleo hallara destino. Esta obra esbozada por el maestro sevillano como boceto para la parte superior del cuadro que representa a San Antonio de Padua, encargado para el Convento de los Capuchinos y hoy propiedad del Museo de Bellas Artes, había llamado la atención de los coleccionistas por la delicadeza y amabilidad de la escena, pero no consiguió materializar ninguna oferta en su segundo intento, pues ya salió aquí a puja en el año 2004, entonces a 300.000 euros.

Mejor fortuna tuvo el más dramático de los Calvarios que salieron de la paleta de Pedro de Campaña, una lúgubre recreación que refleja la extrema habilidad del artista para sobrecoger al espectador. Celebrada por ser una de las mejores pinturas del sevillano Andrés Cortés, la Vista de las afueras de Sevilla, hasta ahora inédita,era una de las propuestas que mayor interés acaparaba y no decepcionó. Ambas piezas fueron adquiridas por la Fundación Cajasol por sus respectivos precios de salida, 42.000 euros la primera y 28.000 euros la segunda.

En la sección del siglo XX tuvieron buena acogida las obras de Romero Ressendi, del que se compraron Perro torero y Niño jugando a la piola. De los retratos de José Manuel Capuletti se vendió en sala por el precio de salida (1.200 euros) El primer estudio para la Cena del cante Jondo. De la segunda mitad del pasado siglo tuvieron éxito las obras del tarifeño Guillermo Pérez Villalta Cornucopia de escayola en una terraza de un edificio y el broche-colgante de plata que representaba a un arquero. El Sudario de Claudio Bravo fue adqurido por un cliente filipino por 15.000 euros tras una puja reñida (su precio de salida eran 9.000 euros) y La ventana del sevillano Jaime Burguillos, un óleo sobre lienzo que salía a puja por 2.800 euros, dio la sorpresa al comprarse por teléfono por 4.250 euros.

Tampoco fue adquirida la pieza más anhelada de la sección de joyas de esta subasta de primavera, el juego de gargantilla y pendientes con diamentes y zafiros Ceylán tasado en 59.000 euros.

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