"La Fundación José Manuel Lara va a seguir dando sus dos grandes premios de novela, va a seguir publicando sus colecciones y editando la revista Mercurio y va a seguir organizando conferencias, exposiciones y otro tipo de actos". José Manuel Lara Bosch, presidente del Grupo Planeta, no gastó demasiado tiempo hasta deslizar este anuncio, por otro lado esperado, en su discurso de agradecimiento al recibir ayer en la propia sede de la fundación, Casa Fabiola, el Premio Montblanc de la Cultura "por su labor de mecenazgo en favor de la creación literaria y el fomento de la cultura".

Lara Bosch desmentía así las noticias aparecidas a comienzos del pasado mes de marzo en distintos medios de comunicación apuntando el desmantelamiento de la entidad -noticias surgidas, en diferentes versiones, de la misma fundación- y que Lara Bosch, no obstante, achaca a un "fallo de comunicación". "No hemos sabido explicarnos", reiteró tanto en su discurso como en un posterior encuentro con la prensa.

La situación, insiste, es muy distinta. "Acabamos de presentar cuatro libros en la feria y vamos a seguir con las mismas colecciones. La actividad de la fundación, excepto en lo que respecta a los actos que se celebraban aquí, en Casa Fabiola, va a ser la misma", dice.

El cierre sin fecha de esta sede, que achaca a su escasa funcionalidad y a las dificultades de acceso a la misma tras la peatonalización del centro, será, asegura, el único cambio perceptible en la actividad de la fundación, que como ya adelantó Diario de Sevilla trasladará temporalmente sus oficinas a la central del Grupo Planeta en la ciudad, en Los Bermejales. "Así será hasta que encontremos un nuevo espacio, que no es tarea fácil, porque tiene que reunir unas características muy específicas", comenta Lara Bosch, que reconoce una fallida operación de adquisición para tal fin de un inmueble en la Avenida de la Palmera, finalmente descartado porque la normativa de protección del patrimonio impide su remodelación y la construcción de nueva planta.

Respecto a Casa Fabiola, el presidente de la fundación dice que "tenerla abierta supone un gasto notable y preferimos dedicar ese dinero a otras cuestiones", aunque al mismo tiempo señala que su anunciada venta no es una prioridad. "Si sale una oferta interesante lo haríamos, pero hoy por hoy nuestro planteamiento no es ése. No tenemos ninguna prisa, excepto si encontramos un espacio de las características que buscamos y necesitamos el dinero para invertirlo en su adquisición", explica.

"Me voy contento, porque se han aclarado muchas cosas de manera expresa", decía por su parte el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, encargado de entregar a Lara Bosch el Premio Montblanc junto a Pilar Belzunce, viuda de Eduardo Chillida, presidenta de la Fundación Eduardo Chillida y ganadora en la edición de 2007.

Con anterioridad, José Manuel Lara Bosch aseguró sentirse "recogiendo el premio de mi padre", al tiempo que evocó "las dos cosas que más me han emocionado en mi vida", cuando el Rey Juan Carlos I nombró marqués a su progenitor y "cuando Sevilla le dedicó una calle".

"Cuando uno recibe una herencia, tienes que aceptar también la voluntad de quien la deja, y la voluntad de mi padre era Sevilla, mi ciudad ex aequo con Barcelona", añadió para insistir nuevamente en que "el compromiso de la Fundación Lara con la ciudad se va a mantener".

Instituido en 1992 por la Fundación Montblanc de la Cultura, el Premio Montblanc, que se entrega anualmente en once países, está dotado en España con una estilográfica de oro de edición limitada y 15.000 euros, cantidad que se dona a un proyecto cultural seleccionado por el ganador. En el caso de Lara Bosch, el beneficiario será la Biblioteca de Mairena del Alcor, puesta en pie y mantenida por la Fundación Lara junto a diversas administraciones públicas.