Comedia, EEUU, 2009, 86 min. Dirección: Lara Shapiro. Guión: Stacey Kramer. Fotografía: Dan Stoloff. Música: Andrew Hollander. Intérpretes: Lindsay Lohan, Luke Kirby, Cheryl Hines, Kevin Covais, Jeanne Garofalo. Cines: Ábaco, Matromar, Nervión.

Un trabajo embarazoso llega como nuevo vehículo estelar para la díscola y rebelde (sic) Lindsay Lohan (Quiero ser superfamosa, Devuélveme mi suerte), chica con pasado Disney que parece dispuesta a dilapidar su blanca imagen en la pantalla adolescente con una vida privada plagada de escándalos sexuales y narcóticos.

La cinta parte de una premisa que se nos antoja un pelín cínica si la trasladamos al actual mundo laboral. A saber, la Lohan interpreta aquí a la secretaria de una editorial que finge estar embarazada para conservar su puesto de trabajo.

Superado el escollo inicial de la credibilidad, que ya son ganas, Un trabajo embarazoso juega sus limitadas bazas cómicas al estiramiento extremo de un equívoco, el del falso embarazo de nuestra protagonista, y a la limitada vis cómica de la Lohan, incapaz de ponerle una pizca de pimienta a su personaje y a unos gags poco trabajados.

Un look al más puro estilo de un capítulo piloto teleserie y un desarrollo argumental que tiende indefectiblemente al pasteleo empantanan una comedia en la se quedan por el camino la autoparodia, los posibles apuntes de crítica social, la gracia de los personajes secundarios o cualquier otro elemento que hubiera hecho de ella algo mínimamente estimulante.