José Antonio Rodríguez, guitarrista poco conocido por el gran público pero muy apreciado por los iniciados, ofrecerá hoy en el ciclo Jueves flamencos de Cajasol pinceladas evocadoras de su tierra, Córdoba, aunque él vive desde hace 15 años en Sevilla y tiene, desde hace un tiempo, su pequeño estudio en Utrera, en una casita en medio de un olivar. "Trataré de recrear mi forma de ver Córdoba, mi forma de añorar la que fue hace muchos años, que es la que yo conocí cuando era pequeño", dice.

El grueso de su actuación lo dedicará a interpretar las canciones de su último disco, Córdoba... en el tiempo, del que se ha editado un DVD con el concierto durante el que se grabó el álbum. La mayoría de las canciones, explica, las compuso en su refugio utrerano; otras, en cualquier sitio: el guitarrista, amigo de la técnica, viaje a todos los sitios con un pequeño equipo de grabación, por si la inspiración le coge por sorpresa en, pongamos por caso, Boston.

Habrá, continúa Rodríguez, jaleos, soleás, tarantas, zapateados y tangos. El músico estará acompañado esta noche por algunos de sus músicos habituales desde hace varias temporadas: John Robles (saxofón y flauta), Rafael de Utrera (cantaor), Ángel Morilla (bajo y chelo), Chico Gallardo (un guitarrista de Almonte "muy bueno", indica Rodríguez, que de hecho fue maestro suyo) y Agustín Diazffera (percusiones).

Cuando habla de la época en la que trabajó como músico de sesión (en grabaciones para otros intérpretes) o de la colaboración con Alejandro Sanz en el disco No es lo mismo y en la posterior gira , José Antonio Rodríguez es un músico prudente y humilde, ajeno a la egolatría que suele circular en escenarios y alrededores. "Yo toco. Hago mi trabajo y ya está, no pienso si soy el protagonista, el secundario o lo que sea. Todos mis músicos son también solistas, aunque no sea así cuando tocan conmigo", piensa. El guitarrista (Córdoba, 1964), que posee distinguidos premios como el de La Unión (1981) y el Giraldillo de Oro de la Bienal de Flamenco de Sevilla (1984), ha grabado y compuesto también diversas partituras para el cine, una de las últimas, la de Alatriste.

Por cierto, como "la fórmula funciona", la Fundación Cajasol anuncia "cambios en la oferta global de flamenco para este año". De momento, el presupuesto de este ciclo ha pasado de 350.000 euros a 450.000.