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Cultura

Juan Cobos dice que la poesía es "la luciérnaga que aparece encendida"

  • Gana el XVI Premio Internacional Ciudad de Torrevieja por su poemario 'Para qué sirve la poesía' · Un trabajo que comenzó al conocer pensamientos de enfermos de alzhéimer en 'Luz de la memoria'.

El poeta y escritor Juan Cobos Wilkins ganó este lunes el XVI Premio Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja (Alicante) por su poemario Para qué sirve la poesía, elegido por mayoría de un jurado formado por José Manuel Caballero Bonald, Cristina Peri Rossi, Manuel Cifo, Francisco Javier Díez de Revenga, José Luis Ferris, Jesús García Calero, Manuel Llorente, David Trías, junto a la ganadora de la última edición, Pureza Canelo, y presidido por Luis María Plaza, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Torrevieja.

El jurado destacó "la fuerza y la originalidad" del trabajo de Juan Cobos Wilkins, "repleto de poesía trabada y de lirismo extraordinario". El autor "reflexiona, en un poemario dividido en tres partes, sobre el olvido, el dolor, la incapacidad para comunicarse que tiene el hombre actual con su tiempo", según el jurado, y enarbola la idea de la poesía como "tabla de salvación, como único bastión de la memoria", que sirve precisamente "para sanar, para vivir" porque la esperanza está en la palabra.

Juan Cobos Wilkins destacó en declaraciones a los diarios del Grupo Joly que este premio supone para él "una gran satisfacción", "porque he visto que han participado 339 libros procedentes de EEUU, Canadá, Francia, Alemania, Puerto Rico, Colombia, Italia...". Pero, además, porque el premio se lo otorga "un jurado muy numeroso, con personas de enorme prestigio en las letras como es José Manuel Caballero Bonald, la poetisa Cristina Peri Rossi o el catedrático Francisco Javier Díez de Revenga, además de otras personalidades de un ámbito muy amplio". Una satisfacción que viene también motivada por el reconocimiento realizado por el jurado al trabajo del poeta onubense, valorando de él que está lleno de lirismo y sensibilidad, con una extraordinaria originalidad, arriesgado y emociona.

Es un poemario en el que hace tiempo ha venido trabajando y que su autor califica de "muy especial", de "una maceración lenta con mucha intensidad". Pero especialmente pone de relieve su construcción, porque surge tras el encuentro con el libro Luz de la memoria, que él mismo presentó. Un trabajo donde se recogen pensamientos de enfermos de alzhéimer que fueron tomadas por dos enfermeras, Carmen y Pepa y revisado por Rocío Muñoz, siendo el único hecho por estos pacientes. Esto le dio la oportunidad de entrar en un terreno desconocido, donde en estos enfermos pudo comprobar "la pureza del lenguaje y la emoción que engendra", con poemas como: "A veces estoy triste, otras tengo amapolas". Y es que "había desaparecido para él la palabra alegría y para producir una imagen poética habla de amapolas, campos que te hacen sentir alegre, en plenitud". Juan Cobos dice que en ese momento "me di cuenta de la pureza del lenguaje, ellos escriben desde el olvido y nosotros desde la memoria", lo que, sin duda, era un reto "intenso y emocionante", buscar la luz de esa memoria. O pone como referencia a Luis Cernuda recordando su poema: "Más allá del amor quiero decírtelo con el olvido".

Todo esto hace que le surjan muchas preguntas; "es un lenguaje que se deconstruye, pero yo he llegado a lo universal". Por eso ha conseguido un libro simbólico del hombre del siglo XXI, en el que hay falta de comunicación con el entorno que le rodea, con su vida, he pasado de lo particular a lo universal, de un ser humano que es incapaz de comunicarse.

El poeta recoge otras palabras de los enfermos de alzhéimer: "Las mariposas son los besos del aire". Lo que le lleva a afirmar que la poesía sirve para sanar y para vivir, porque ha podido comprobar cómo "en ellos los poemas es lo último que olvida un enfermo, que es capaz de olvidar, su nombre, dónde está su casa, lo que ha comido , pero no olvidan sus poemas". "Hay quienes dicen -añade Juan Cobos-, que la poesía no sirve para nada"; sin embargo, ha podido comprobar que la poesía "es la luciérnaga que aparece encendida".

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