Cultura

El Maestranza cierra su temporada de ópera con una apuesta por el siglo XX

  • 'Una tragedia florentina' y 'El enano', de Zemlinsky, llegan a Sevilla este sábado · Los dos montajes, estrenos en España, cuentan con la dirección musical de Pedro Halffter y de escena de Udo Samel

"Si pudiera verla [en el patio de butacas], vendría los cuatro días, y siempre podría encontrar cosas nuevas". Así de satisfecho ha quedado Pedro Halffter, director de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y del Maestranza, con el montaje de las dos óperas de Alexander Zemlinsky que despiden su temporada operística. Una tragedia florentina y El enano (el cumpleaños de la infanta), estrenos en España producidos por el Teatro de la Ópera de Fránkfort, se representan este sábado y el martes, el jueves y el sábado de la semana próxima, con dirección musical de Halffter y de escena del alemán Udo Samel.

La programación de estas obras se debe a la voluntad de Halffter de "normalizar" el repertorio de principios del siglo XX. La tarea, complicada (quedan "cientos de entradas" por vender, admitió), es necesaria, argumentó el responsable artístico del Maestranza, porque un teatro "debe expandir la visión" de su público.

Una tragedia florentina y El enano fueron escritas entre 1916 y 1921, bajo la influencia de los relatos de Oscar Wilde. La primera se desarrolla en el siglo XVI, en Florencia. El comerciante Simone regresa a su casa y encuentra a Bianca, su mujer, en compañía del Príncipe Guido Bardi, tras lo cual el marido finge no reparar en la situación, halaga al Príncipe y lo invita a cenar. Es una ópera "llena de rabia, impotencia y pasión", dice el barítono James Johnson, que interpreta al comercienta en una historia que acaba mal, empapada en sangre. El enano se ambienta en la corte española, en una época indeterminada: un artista extranjero ajeno a su deformidad pues jamás se ha visto en un espejo, es regalado a una infanta por su cumpleaños, para que le cante. Según Udo Samel, Zemlinsky se sirve de este argumento para retratar "la soberbia, el orgullo y el ego" de los artistas o de "quienes se consideran artistas", cuyas "almas" se muestran en el montaje. Para la puesta en escena, el alemán ha privilegiado la sensación de "artificialidad propia de la aristocracia" y la confrontación de ésta con "temas filosóficos"

Musicalmente, las dos óperas son "distintas, aunque presentan elementos comunes", dice el director de escena. Peter Bronte, el tenor que encarna al futuro juguete roto de la infanta -"que es malvada por ser superficial, es decir, por no estar a la altura"-, el estilo de estas composiciones consiste en un "caminar sobre la cuerda floja". "No es como si fuera Wagner, por la flexibilidad de la partitura y la abundancia y el tipo de agudos vocales, ni suena a la manera de Mahler. Es más bien una mezcla de estos dos con Mozart". Durante el mes dedicado a los ensayos, Halffter ha encontrado "citas textuales" a Richard Strauss, en la partitura de Una tragedia florentina, y a la Sexta sinfonía de Gustav Mahler, en la de El enano.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios