Soníos negros

Cía. María del Mar Moreno. Baile: María del Mar Moreno. Cante: José de la Tomasa, Antonio Malena, Antonio Peña 'El Tolo'. Guitarra: Santiago Moreno, Malena hijo. Palmas: Javier Peña, Ale de Gitanería. Corneta: Jesús Jiménez Padilla. Dirección: Gaspar de la Zaranda. Lugar: Teatro Central. Fecha: 26 de abril. Aforo: Tres cuartos.

La propuesta es valiente. Enfrentarse a uno de los mitos más duraderos del cante, el jerezano Manuel Torre, conlleva enormes dificultades. En primer lugar, articular la parte dramática con la coreográfica. Tampoco es fácil explicar el flamenco de ayer con el de hoy, armonizar ambos discursos estéticos.

El flamenco ha cambiado mucho desde entonces, a pesar de que Manuel Torre está en la base de no pocos elementos del cante de actual. Es por ello que la obra incurre, conscientemente o no, en numerosos anacronismos. El hilo conductor es la figura de Antonia la Gamba, bailaora y pareja del mítico cantaor jerezano. Encarnada en una bailaora actual y en una actriz. También Torre está interpretado por tres cantaores diferentes. Se hacen, maravillosamente, sus cantes, soleares, tientos, tarantos, farrucas, saetas, seguiriyas, y se habla de algunos tópicos a él asociados: sus rarezas, sus galgos, su machismo. Como recital de danza flamenca actual el espectáculo funciona. Aunque Moreno ha incorporado recursos y actitudes del baile de la época, su concepto es básicamente contemporáneo. No se trata de una investigación histórica, por lo que tampoco podemos exigirle rigor en este sentido. Pero la obra falla a la hora de articular los diferentes elementos en liza mencionados.