Cultura

El Nacional de Artes Plásticas reconoce la "intensidad" de Ángela de la Cruz

  • La creadora, que reside en Londres, cree que el galardón le dará "fuerzas para continuar"

Fotografía de archivo de 2010 de la artista Ángela de la Cruz.

Fotografía de archivo de 2010 de la artista Ángela de la Cruz. / efe

La artista gallega Ángela de la Cruz fue galardonada ayer con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2017, dotado con 30.000 euros y que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

El jurado concedió este galardón por unanimidad a Ángela de la Cruz (La Coruña, 1965) "por la intensidad de su obra, que explora la compleja relación entre el espacio ilusionista de la pintura y la presencia física de la escultura", informó el ministerio en una nota. La "radicalidad de su trabajo" y su "manera de conceptualizar la pintura sin perder el indudable atractivo formal le ha servido para ganarse el respeto y un lugar destacado en el contexto nacional e internacional", añade la institución, que destaca que su obra "siempre ha mirado hacia España", aunque vive en Londres, con referencias a Velázquez, Zurbarán, Millares, Tàpies, Picasso o Goya.

Tras licenciarse en Filosofía y Letras, De la Cruz abandonó su ciudad natal para trasladarse a la capital británica, donde comenzó una destacable trayectoria artística que le valió ser la única española finalista del Premio Turner en 2010 por su exposición After en el Camden Arts Center.

En 2004, con su obra Clutter with Wardrobes (Conglomerado de armarios), comienza a incorporar a sus obras objetos y muebles, casi siempre encontrados o recuperados de la calle, sillas que prolongan sus patas como si fueran prótesis que imposibilitan cualquier tipo de equilibrio.

En ese mismo período realiza su primera exposición individual en España, inaugurando el Espazo Anexo del MARCO de Vigo con Larger than life (2004). La hemorragia cerebral que sufrió un año más tarde interrumpió su actividad artística, ya que su recuperación supuso una larga estancia en el hospital tras la que acometió Deflated (2009-2011), un lienzo sin bastidor que cuelga de un tornillo como si de un abrigo se tratara, que marcó un punto de su evolución y fue un claro ejemplo de superación. "Emocionalmente cruda, astuta y bruscamente irónica, De la Cruz se plantea su visión del lenguaje de la pintura, incorporando la autodestrucción de la pintura en el trabajo mismo", indica el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Entre sus obras más representativas destaca su pieza Ashamed (1995), una pintura amarilla en rafia rota por el centro; Ready to wear (1997-2003), una serie de telas de color rojo desgarradas por la artista como si estuviera vistiendo al cuadro; o Nothing (1998-2005), varias telas negras que De la Cruz dejó en el suelo como un desecho.

La artista, que tras la hemorragia cerebral que sufrió tiene dificultades en el habla, recurrió ayer a su colaboradora Luz Massot para manifestar la alegría que le produce recibir un reconocimiento que "le va a dar fuerzas para continuar con su trabajo. Estoy muy contenta, es un gran reconocimiento a mi trayectoria y a mi obra. Que una artista mujer de 52 años reciba este premio en su país de origen es un honor", señala la gallega, que está "bastante afectada" por todo lo que pasa en el mundo "en términos de política".

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