Cultura

La National Gallery de Londres se suma al Año Murillo

  • La exposición 'Murillo: Los autorretratos' reúne, por primera vez en tres siglos, los dos únicos autorretratos conocidos del pintor sevillano.

La obras 'Autorretrato' de Murillo

La obras 'Autorretrato' de Murillo / M.G.

La National Gallery de Londres se suma a las celebraciones del IV centenario de Bartolomé Esteban Murillo con una exposición que reúne, por primera vez en tres siglos, los dos únicos autorretratos conocidos del pintor barroco español.

Murillo: Los autorretratos, que abre sus puertas este miércoles hasta 21 de mayo, contará con otros seis retratos del maestro sevillano, entre ellos el de Diego Ortiz de Zúñiga (ca. 1655). Éste, que hasta ahora se creía perdido pero del que existía una copia, fue hallado a finales del año pasado en el castillo galés de Penrhyn. Además, el público podrá contemplar por primera vez el primer retrato conocido de Murillo, Juan Arias de Saavedra (1650), restaurado especialmente para la ocasión. Y es que como destaca Letizia Treves, una de las comisarias de la muestra, ésta presenta "una cara menos familiar del arte de Murillo.

Y en los mismos términos se manifestó el director de la National Gallery, Gabriele Finaldi, que hasta hace tres años fue Director adjunto de Conservación e Investigación del Museo Nacional del Prado. "Sus dos autorretratos son raros ejemplos en el barroco español de un artista reflejando su propia apariencia, profesión y estatus".

Bautizado el día de Año Nuevo de 1618, Murillo es uno de los pintores más celebrados del Siglo de Oro español. Nunca abandonó su país y trabajó principalmente en su Sevilla natal, donde se dio a conocer sobre todo por sus pinturas religiosas y su especial mano para pintar niños. Se cree que ambos autorretratos formaron parte durante años de la colección del hijo menor de Murillo, Gaspar. El primero, que data de alrededor de 1650 y fue cedido por la Frick Collection de Nueva York, muestra al pintor en la treintena, mientras que en el segundo (ca. 1670), perteneciente a la National Gallery, aparece cuando ya era un artista consagrado en Sevilla.

Completan la exposición los retratos de Nicolás Omazur (1672), cedido por el Museo del Prado, y el de un Hombre joven (ca. 1650-55). A ellos se suma una de las pinturas más ambiciosas de Murillo: Mujeres en la ventana (ca. 1655-60), perteneciente a la National Gallery of Art de Washington.

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