Cultura

Pintar un futuro de oportunidades

  • Una veintena de jóvenes del Centro de Menores La Jara exponen sus obras en Alcalá de Guadaíra l Tiempo de pintar Casa de la Cultura de Alcalá de Guadaíra. Hasta el 25 de enero. Horario: de 11.00 a 13.30 y de 17.00 a 19.00

De libertad, aire fresco, vida y mucho sol están impregnadas las 40 obras pictóricas que los jóvenes del Centro de Menores La Jara de Alcalá de Guadaíra exponen hasta el próximo viernes 25 de enero en la Casa de la Cultura de la localidad sevillana. Estos matices sorprenden a muchos de los espectadores que visitan la sala y que no esperan encontrar tanta energía positiva y esperanza en las creaciones de unos chicos que permanecen sujetos a medidas judiciales de internamiento en régimen cerrado y medio abierto.

40 obras de 24 alumnos del centro se exhiben por primera vez fuera de las instalaciones de La Jara bajo el título Tiempo de pintar. El objetivo de esta actividad -según explica el director del centro, Jesús Sánchez- va más allá de demostrar las habilidades artísticas de sus protagonistas, son otras cuestiones como "aprender a trabajar en equipo y enseñar el respeto por los demás" la labor que se persigue con el taller de pintura que se imparte en el centro.

Virginia Saldaña es la monitora responsable del taller de pintura artística. Tras un año y medio de trabajo con los menores se siente orgullosa del interés que los jóvenes han mostrado por su taller: "Desde que en noviembre de 2006 comenzamos con esta tarea, tenía la idea de montar una exposición con las pinturas. La verdad es que todo ha salido muy bien y en algunos me he llevado una sorpresa muy grata porque realmente tienen virtudes para dedicarse a esto una vez salgan de su internamiento".

Todos los días los menores reciben clases de esta modalidad durante dos horas y cuarto. Lo hacen en grupos de cuatro o cinco personas que van rotando entre los distintos talleres que allí se enseñan. Las clases, dice Virginia Saldaña, tienen "unas características especiales. No hay que olvidar que son chicos con problemas de socialización".

Y, precisamente, a relacionarse entre ellos, a competir de manera sana y a pensar que pueden superarse es lo que, con la ayuda de Virginia, han logrado esta veintena de menores de los que su monitora comenta: "Al principio no confiaban muchos en sus posibilidades, pero a los dos días ya se pusieron el listón muy alto".

El método que se desarrolló en las clases fue de menos a más. En primer lugar, los alumnos recibieron nociones de dibujo a lápiz, pero una vez conocieron el color, asegura Saldaña, "no quisieron volver atrás". Respecto al tema de la exposición, la monitora indica que surgió por casualidad, tras mostrar uno de los internos una enciclopedia de naturaleza. A partir de ese momento, los paisajes que en el libro aparecían se repartieron entre los alumnos.

Playas exóticas, icebergs, animales en plena naturaleza y paisajes rústicos -tres de ellos de vistas de Alcalá de Guadaíra, en homenaje a la ciudad que los acoge-, componen una muestra cargada de aire puro y luz que evoca al exterior, a un mundo mucho más apacible y prometedor del que hasta ahora conocían y que, desde el pasado 17 de enero y hasta este viernes, se encargan de mostrar sin las ataduras que supone la falta de libertad.

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