Cultura

Razones de la 'anti-España'

  • El nacionalismo se instala en los debates de 'Letras en Sevilla', donde María Elvira Roca y Antonio Escohotado analizan sus métodos: el olvido histórico, la orientación del rencor y las maniobras del lenguaje

Antes de que todo esto se llamase España hubo, casi en el mismo lugar, otra cosa. Y nosotros somos, de algún modo, la consecuencia de una mudanza. No parece mal comienzo para fundar lo nuevo. Lo que salió de ahí es el resultado de un territorio convulso que desde la Edad Media fue espigando hasta tomar forma en lo que hoy vemos, con esa pinta de país aún por hacer y la mecha de una tropa que está muy por encima de sus gobiernos.

Así parecía, al menos, en el arranque del tercer capítulo del ciclo Letras en Sevilla, que viene a medirle por unos días el pulso a ese concepto mal abrochado que es España. La propuesta, que echó a andar en la Fundación Cajasol con la coordinación de Arturo Pérez-Reverte y Jesús Vigorra, trajo ideas fuertes con vocación de hacer ver qué sucede ahí fuera, incluido ese independentismo catalán que se ha instalado entre nosotros como un jaleo de anticuarios que chamarilean con ideas del siglo XIX.

"Lo catalán es accesorio para el nacionalista, que sólo necesita un cuerpo para anidar"

"El nacionalismo es un cáncer", disparó la historiadora María Elvira Roca, reunida en la sesión matinal para charlar con el pensador Antonio Escohotado, quien ejerció de lo que es: un sabio macerado en las grandes escuelas de pensamiento. "Los nacionalismos han venido representando un no ser frente al ser", dijo el autor de Los enemigos del comercio desde las coordenadas de Hegel, su maestro, a quien dedicó en 1970 una tesis recibida como "una apología sobre el maestro de Marx, un protestante por añadidura".

Ambos desplegaron complicidad y contundencia a ratos. La inteligencia atildada de quien no imposta la voz ni las ideas. En el pensamiento de Escohotado ha germinado una audacia tan única como saludable, la coherencia de una vida y sus excepciones. En el libro Imperiofobia y Leyenda Negra de Roca está la mirada con ojos nuevos de lo que se creía sabido. Ambos pasaron de sutilezas reglamentarias cuando tomaron tierra junto al periodista Alfredo Valenzuela. Aquí se mostraron cómplices y contundentes, tomando partido hasta mancharse.

"Lo catalán es accesorio para el nacionalista, que sólo necesita un cuerpo para anidar. Lo que sucede hoy en España no es un problema catalán, sino español, y muy grave. Determinados señores han propagado unas ideas feudales de forma rápida porque no requieren ninguna inteligencia, ninguna bondad y ninguna cooperación", aseguró la historiadora, quien intentó desvelar algunas estrategias del procés, como la explotación de las frustraciones y el uso del lenguaje.

"España tiene una historia fenomenal si quieres alimentar el rencor en busca de réditos políticos", señaló Roca, quien desplegó una sugerente historia paralela entre las repúblicas americanas y España a partir de la disolución del imperio. "A un lado y a otro del Atlántico, hay un problema de debilidad del Estado que ha dejado crecer organizaciones a su alrededor que no es capaz, llegado el momento, de embridarlas y obligarlas a aceptar lo que el Estado es: el respeto a ley. En América están el narcotráfico, las guerrillas o los populismos; en España, claro, el nacionalismo".

Hablaba María Elvira Roca y Escohotado echaba los ojos por encima de las gafas y con una sonrisa de sacristía observaba el panorama con guiño y cautela de miope. "Vaya país absurdo que teniendo a Rodrigo Díaz de Vivar, que teniendo a Hernán Cortés se atreve a olvidarles, se atreve a no darse cuenta de que ningún otro país del orbe tiene dos personajes parecidos, por no decir la Escuela de Salamanca, que es el primer planteamiento del mundo actual como va ser una vez que el comercio, la propiedad privada y el respeto de unos por otros libere la inmensa prosperidad en la que andamos metidos", destacó el autor de Historia general de las drogas.

"Es tan, tan grande esa prosperidad que no nos damos cuenta. Estamos envueltos en prosperidad. Compárese con el centro de África o las islas de Oceanía. Yo vengo de un sabático en el sudeste asiático… Es infinita la prosperidad en la que vivimos. ¿Y por qué es así? Los tratos voluntarios se han hecho muy grandes y los tratos involuntarios se han reducido", explicó Escohotado, capaz de lanzar la piedra de una historia del rencor hasta el profeta Amós o convocar a Ibn Jaldún para explicar las conductas colectivas.

"El mundo que tenemos no nos lo merecemos tanto como en realidad nos merecemos al espíritu en sí, a lo impersonal, a lo anónimo de la conducta. Y cómo vamos ganando porque la inteligencia le va quitando partes a la burda voluntad que sólo desea, sin darse cuenta de que hay un mundo real, exterior, con cuyas exigencias hay que cumplir", concluyó Antonio Escohotado para dejar, ya en la sesión de tarde, el turno a Juan Carlos Monedero y una charla entre Juan Eslava Galán y Arturo Pérez-Reverte. Hoy el ciclo continúa con las intervenciones de Julio Anguita, Carmen Sanz, Arcadi Espada, Alfonso Ussía, Francisco Vázquez y Fernando García de Cortázar. A España le queda enigma.

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