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'Santa Rosa de Lima' regresa a Sevilla

  • El Museo Lázaro Galdiano prestará esta obra de Murillo, considerada una de sus principales representaciones religiosas, para la muestra dedicada al maestro y su estela en Santa Clara

Detalle del lienzo de Murillo.

Detalle del lienzo de Murillo.

La primera exposición del programa oficial del Año Murillo, dedicada al maestro y a su huella, propiciará el regreso a Sevilla de Santa Rosa de Lima, un lienzo perteneciente a la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid que la destaca en su catálogo como una de sus joyas más preciadas, a la altura de trabajos de primer nivel firmados por Velázquez, Lucas Cranach, El Greco, Zurbarán, Constable o Goya.

Santa Rosa de Lima se mostrará en la ciudad en que fue pintada en 1670 a partir del 5 de diciembre, cuando se inaugure en Santa Clara Murillo y su estela en Sevilla, de la que es comisario el profesor Benito Navarrete. La muestra, que podrá verse en el antiguo cenobio hasta el 8 de abril, supondrá un acontecimiento cultural que ilustrará no sólo el talento de Murillo mediante varias de sus obras emblemáticas, sino también la época que habitaron el genio y sus discípulos a través de una selección de 62 piezas entre las que no faltan fotografías y artes decorativas.

Según un informe favorable del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), Santa Rosa de Lima de Murillo, junto con otra versión del mismo tema pintada por el taller con la intervención del maestro, vendrán a Sevilla en reciprocidad del préstamo de una pieza del patrimonio hispalense que el Consistorio tiene depositada en el Centro Velázquez: Fray Pedro de Oña de Zurbarán, un lienzo pintado hacia 1630 y restaurado recientemente por la Fundación Focus.

La Lázaro Galdiano, a la sazón una de las pinacotecas más importantes de Madrid y uno de sus museos privados más hermosos, incluirá a Fray Pedro de Oña en su programa Arte invitado del 15 de febrero al 24 de junio de 2018.

Santa Rosa de Lima, según explica en su web la fundación madrileña, "es una de las representaciones religiosas más importantes de Murillo". La afirmación no es gratuita en absoluto, pues la pieza fue documentada por el catedrático y ex director del Museo del Prado Alfonso E. Pérez Sánchez. La pintura narra la aparición del Niño Jesús a santa Rosa durante su oración. Ella, arrodillada, viste el hábito dominico y contempla embelesada al Mesías, que se sienta en una almohadilla sobre el cesto de la costura. Con la delicadeza de un bodegón, Murillo pinta unas rosas y un libro en primer término. A la derecha ubica un edificio, probablemente un convento, y una rosaleda. Según Pérez Sánchez, este lienzo, del que se realizaron numerosas copias que multiplicaron su fama, "se incluye entre lo más selecto del pintor como intérprete de figuras de santas, a las que dota de una profunda emoción y delicadeza en su interpretación de la contemplación de lo divino desde la intensidad de la oración".

Otra de las obras maestras del artista que regresará a Sevilla con motivo de la muestra que prepara Benito Navarrete es el lienzo La Virgen de la Faja donde, como hiciera en la Sagrada Familia del pajarito que puede verse actualmente en el Hospital de los Venerables dentro de la muestra Velázquez. Murillo. Sevilla -que ayer rebasó la histórica cifra de 100.000 visitantes-, el pintor representa una escena religiosa como si fuera un episodio de la vida cotidiana. En la obra, la Virgen envuelve en pañales al Niño para ponerle luego la faja que aparece en la izquierda y que acabó por dar su nombre a este cuadro realizado en 1660 donde Murillo introduce el efecto atmosférico típico de la escuela veneciana, que pudo admirar dos años antes durante su estancia en Madrid. La obra, que los Montspensier atesoraban en el Palacio de San Telmo, pasó en el siglo XIX al mercado del arte y en la actualidad pertenece a un coleccionista privado suizo que, gracias a las gestiones de Navarrete, ha accedido a prestarla a Sevilla.

El Palazzo Pitti también cederá a este proyecto otra célebre imagen religiosa, Virgen con el Niño, que permitirá al comisario ilustrar el papel tanto estético como ideológico asumido por Murillo en la España de la Contrarreforma.

También el Ayuntamiento de Sevilla se ha propuesto dar un impulso al arranque expositivo del Año Murillo y acaba de autorizar el préstamo de varias piezas de sus fondos para esta cita. La más valiosa de todas, como refleja su valoración a efectos de seguro, es la representación de las santas patronas Justa y Rufina que firmó hacia 1760 Juan de Espinal, la figura más importante de la pintura sevillana de la segunda mitad del siglo XVIII. Espinal (1714-1783) superó el espíritu murillesco que predominaba en la escena local para introducir las principales corrientes europeas del momento, sobre todo el rococó.

La Casa Consistorial cederá también dos lienzos anónimos del siglo XVIII, Retrato de don Diego Ortiz de Zúñiga -que es una copia del original de Murillo- y Retrato del venerable Fernando de Contreras; asimismo, aportará el Retrato de Ambrosio Ignacio Spinola, una obra de Pedro Núñez de Villavicencio que formó parte en su día de la galería artística del Palacio de San Telmo y que la Infanta María Luisa Fernanda donó a la ciudad en 1898.

Murillo y su estela en Sevilla se complementará con un simposio internacional que contará con expertos de la talla del catedrático de Historia del Arte Vicente Lleó. La partida que hará posible ambas actividades se desbloqueó ayer, cuando el consejo de administración del ICAS aprobó el proyecto de presupuestos para 2017 con los votos a favor del PSOE y Cs.

El ICAS dispondrá de 10,7 millones de euros pero a esa suma se añaden 1,5 millones -adscritos a la Dirección General de Cultura- para las actividades que el Año Murillo desarrolle en 2017, que prácticamente se limitan a esta muestra, el simposio y el concierto inaugural que ofrecerá Jordi Savall en el Teatro de la Maestranza pues la efeméride, que arranca en diciembre, concentrará su programación en 2018.

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