El Premio Nobel de Literatura José Saramago dijo ayer en Lanzarote que espera que el estreno en Sevilla de la versión teatral de su obra In nomine Dei sirva al menos para "despertar las conciencias de algunas personas que causan daño a la humanidad".

El escritor portugués residente en Lanzarote hizo estas declaraciones durante el acto de presentación de la última producción del Centro Andaluz de Teatro, que pondrá en escena la primera obra de Saramago en el Teatro Central desde mañana hasta el domingo. El montaje volverá a representarse, pasadas las Navidades, del 9 al 27 de enero en el mismo escenario.

A la presentación de la versión teatral de In nomine Dei, que se celebró en la biblioteca de Saramago, en el municipio lanzaroteño de Tías, asistió la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, quien anunció que la obra "es un grito contra la intolerancia" y anticipó que, tras su estreno en Sevilla, el espectáculo visitará 54 escenarios andaluces diferentes.

José Saramago se mostró agradecido por la puesta en escena de la obra y se refirió al momento histórico en el que se desarrolla su novela, el siglo XVI.

El argumento se centra en un conflicto entre católicos y protestantes en una ciudad del norte de Alemania, donde los protestantes, a cuenta del gobierno de la ciudad, instalaron una especie de comunismo evangélico, y eliminaron las deudas y el dinero, entre otras cosas. La obra hace referencia también al hecho de que los jefes de aquella ciudad, llamada Münster, querían vivir al estilo de los patriarcas bíblicos. Todo acabó en una carnicería, donde los 14.000 habitantes que había se mataron, torturaron y degollaron hasta que sólo quedaron 2.000 personas, recordó el escritor

José Saramago declaró que, a pesar del tiempo transcurrido, la realidad tiene semejanza a la reflejada en su libro "porque en miles de años de creación, de la naturaleza, de la inteligencia, de todo lo que hace grande al hombre, el ser humano está siendo utilizado por el mismo ser humano directamente contra él".

En este sentido, el Nobel de Literatura entiende que, a pesar de los descubrimientos y avances de la sociedad, "no hemos mejorado nada; incluso al revés, hemos refinado los métodos y la tortura se ha vuelto una ciencia exacta. Nosotros, seres inteligentes, capaces de reír, de llorar y sentir, estamos en una ola de irresponsabilidad en que nadie es culpable y todos tienen la culpa, como siempre".

"Aunque estoy seguro que la representación de mi obra no cambiará nada, espero que quizá algunos despierten su conciencia", dijo el escritor. El autor de Ensayo sobre la ceguera señaló que intenta "comprender las cosas y hacer llegar a donde pudiera esa comprensión".

El Nobel recordó que, a pesar de que muchos le definen como una voz crítica, él tiene "una cualidad" y es que no ha pretendido jamás "convencer a nadie de nada, a nadie". Pilar del Río, esposa de Saramago, expresó que no podrán acudir al estreno porque Saramago "aunque está más recuperado, tiene que guardar 15 días de reposo absoluto" tras una enfermedad, "y luego dos meses de rehabilitación".

Por su parte, Torres aseguró que con esta producción del Centro Andaluz de Teatro se rinde homenaje a Saramago, "un andaluz que no nació en Andalucía pero que ha querido serlo sin renunciar a ser ninguna otra cosa".